Capítulo 18

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Ariana

Jueves, nos encontramos a mediados del mes de octubre.

Ha pasado una semana desde que fuimos a ver la obra de Crystal, semana donde Gretel nos ha querido matar en los entrenamientos. El campeonato comienza el miércoles de la otra semana y Gretel se pone bastante molesta cuando la fecha de apertura se acerca.

Y para empeorarle los ánimos, somos nosotras las que abrimos el campeonato. Jugamos contra un equipo de Atlanta.

El campeonato masculino comienza el mismo día. Los chicos juegan antes de nosotras y, según Paul, después de ambos partidos harán una enorme fiesta en casa de Angie, una de las chicas del equipo, para celebrar la apertura y toda la cosa, sin importar que apenas sea media semana y que al otro día tenemos clases. Amo Florida.

Además, han pasado dos semanas desde que fui a visitar a mi familia. Y ya están reclamando otra visita, y que preferiblemente sea este fin de semana ya que es el cumpleaños de Cristhian.

¿Que si quiero ir? Claro que quiero, pero nuevamente mi familia se está interponiendo en mi salida no planeada con Marcus Green. Y no creo que esta vez me perdone si lo dejo plantado de nuevo. Así que no sé qué hacer.

No puedo decirle a Marcus que me acompañe a New York; sé que estoy loca pero no para tanto. Seguramente, sus padres no lo dejarían, se sentiría incómodo y, no lo sé, sería muy extraño. Bueno, de todas maneras podría decirle, no pierdo nada con intentar. Además, irá Leslie, así que probablemente acepte.

–Por favor, dime que esta si está bien –lloriqueó Alisa, sacándome de mis pensamientos. Me tendió la hoja de respuestas y, sonriendo, empecé a revisarlas.

Alis mordisqueaba sus uñas mientras me observaba y me reí, por lo que me miró mal.

–No te burles de mi desgracia, Ari –dijo y me encogí de hombros.

–No es mi culpa que hayas releído el libro que te traje, en lugar de estudiar, como te lo pedí –alzó sus cejas.

–Es que eres una maníaca que hizo dos etapas de exámenes con sólo una semana de descanso –suspiró. –Me quieres matar –me reí.

–Si lo vieras como yo lo hago, entenderías que es mejor así. No te hice exámenes antes, y habíamos visto mucha materia, debía evaluarte las cosas pero, si hacía un solo examen con todo, de verdad ibas a morir –la miré. –Decidí dividir la materia para que fuera menos rudo.

–De acuerdo, eres fenomenal. Ahora, revisa la jodida hoja, ¿puedes? ¡Me estoy muriendo! –riendo, bajé la vista a las respuestas de Alis.

Alisa se tomaba las clases que le daba muy en serio, porque según ella el séptimo grado es más difícil y quiere sentir que de verdad merece el título. Ni siquiera yo me tomaba tan en serio el séptimo grado... Bueno, el último grado tampoco. Me acabo de dar cuenta que soy un pésimo punto de comparación, pero ustedes entienden.

Suspiré dramáticamente y miré a Alisa, quien me miraba inquieta. Traté de no reír.

–Bien, lamento decirte que... –empecé. Sus hombros cayeron y bajó la mirada, así que sonreí. –Eres un jodido cerebrito y deberías tener más vida social.

Alisa me miró, un atisbo de sonrisa asomando por la esquina izquierda de su boca.

–¿Lo he pasado?

–¡Haz sacado A! –exclamé. Alis dejó salir un grito de festejo, haciéndome reír.

–¡Al fin! –exclamó, luego me miró, seria de repente. –Por favor, espera al menos dos meses para aplicarme más pruebas, Ari –me reí y asentí.

Fotografía {✔}Where stories live. Discover now