Capítulo 26

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Ariana

–De acuerdo, miremos una vez más la pizarra con los pros y los contras –dijo Mike y suspiré, dirigiendo mi vista a la pizarra que estaba al costado derecho de su despacho.

Había estado reuniéndome con Mike los miércoles a las cuatro de la tarde, durante tres semanas. Me estaba ayudando a unir las pocas pistas que tenía de Marcus, el niño de mi fotografía y mi infancia. Aún estábamos en el mismo lugar desde que empezamos, no había nada provechoso o sospechoso de dónde sacar información que no fuera hablar con Marc.

Mike me dijo que esa era la única opción que me quedaba, pero me planteé demasiadas veces el cómo reaccionaría Marcus y decidí mejor no preguntarle nada, porque me imaginé cómo reaccionaría yo si él me preguntara acerca del niño; obviamente lo negaría todo y fingiría no saber de qué me habla... El niño es algo muy mío, así que supongo que para Marcus sucede lo mismo.

Por lo que, técnicamente estamos en un callejón sin salida que sí parece tener salida, pero está aún a muchos pasos de dónde nos encontramos. Es una mierda.

Además, me siento demasiado culpable cuando salgo de la oficina de Mike y llego a casa, y hablo y bromeó con Marc como si nada, como si no lo estuviera investigando a sus espaldas. Soy un ser humano despreciable.

–Oh, no –dijo Mike, así que lo miré. Él suspiró. –Tienes de nuevo la mirada, niña. Ya te he dicho que no debes sentirte mal por esto, estás en tu derecho de saber quién es tu noviecillo –alcé una ceja.

–Una chica normal le preguntaría, no iría con un abogado a investigarlo –Mike sonrió.

–¿Desde cuándo eres normal?

–Justamente por esa razón estoy aquí contigo –él se echó a reír y sonreí, no iba a negar que consiguió calmar mi crisis nerviosa de las cinco de la tarde.

–Bueno, dijiste que su madre te dió el nombre –dijo Mike.

–Sí.

–Así que supones que la niña se llama Allana.

–Sí, bueno, eso fue lo que le entendí a Marie.

–Allana rima con Ariana –rodé mis ojos.

–No hagas eso, viejo Mike –él sonrió.

–Bueno, lo siento –dijo. –Dime las pistas de nuevo –tomé el cuaderno donde tenía mis notas, Leslie lo había bautizado como El cuaderno del caso de la fotografía.

–Pista número uno: el collar –leí y Mike asintió. –Número dos: Los Green vivieron en Beacon. Número tres: La extraña familiaridad entre los Green y los Smith –gruñí. –Sólo son tres jodidas pistas, Mike. Y una ni siquiera cuenta porque es un sentimiento, no es algo válido.

–Pero es algo, Ari –dijo Mike. –Agrega pista número cuatro: tu nombre y el de la niña de la infancia de Marcus riman.

No quería apuntar eso porque no quería hacerme ilusiones en vano, pero aún así la apunté porque Mike lo dice, y él ha hecho mucho por mi en estas últimas semanas, sacrificando tiempo de trabajo para estar con una adolescente dramática y sus conspiraciones.

–Bien, ya tenemos un cuadro del caso –dijo Mike. –Pasemos a la siguiente etapa de la investigación –alcé una ceja.

–¿Cuál es esa etapa?

–Mirar sus redes sociales –hice una mueca.

–No creo que eso sea muy efectivo –Mike me miró, sus gafas deslizándose a la punta de su nariz debido al sudor.

Fotografía {✔}Where stories live. Discover now