Capítulo 22

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Marcus

Zona de amigos. Vaya mierda.

Tres días después de nuestra cita, Ariana y yo hemos acordado seguir con nuestra amistad debido a que ella necesita tiempo para aclarar su mente y esas cosas, y por esta razón he quedado atrapado en la zona de amigos. Paul aún no deja de hacer bromas al respecto.

Lo bueno es que mis sentimientos quedaron destapados, andan por ahí, a la libre, y entonces me permito de vez en cuando, hacerle cumplidos a Ari. Y admito que me encanta ver cómo se sonroja por ello.

Aún así, no voy a mentir; la zona de amigos apesta y me molesta estar atascado aquí. A pesar de que Ariana me haya dicho mil y una vez que es solo por un corto periodo, no puedo evitar sentirme incómodo al respecto.

Por otro lado, hoy inicia el campeonato; masculino y femenino, y es la primera vez que el colegio estatal de Levy se inscribe en el femenino, todo gracias a dos locas que venían de New York.

El equipo masculino jugamos antes que las chicas. Les ahorraré detalles de los gritos de Gretel, de los canticos de las porristas y de Jenny saltando con una barriga apenas notoria, les ahorraré las miradas desafiantes del equipo de Atlanta y las porras de Leslie, Ariana y Crystal desde la gradería y simplemente, diré que empatamos; un gol para cada equipo. Gretel casi nos asesina, pero no puede quejarse, al menos no perdimos.

Creo que iniciamos bien, lo que no me agrada es saber con anticipación que Gretel ahora nos exprimirá en los siguientes entrenamientos.

Paul y yo salimos de los vestuarios y nos apresuramos a llegar hasta el salón de clases que a cada uno le correspondía. Yo iba a literatura, clase que compartía con Leslie. Hizo una mueca al verme entrar.

–¿Agotado, perdedor? –dijo y me reí, sentándome a su lado.

–No haré comentarios, hasta que ustedes terminen de jugar –dije y ella sonrió.

–Tienen pelotas, ¿eh?

–Enormes –dije. –Y no es por asustarte, Les, pero me parece haber visto a una de las chicas rivales con barba.

Leslie se echó a reír, pero no pudo contestarme porque el profesor había iniciado la clase.

Es gracioso ver cómo el instituto se paraliza cuando alguna actividad extracurricular se va a desarrollar, ya sea teatro, danza, que la banda estudiantil se presentaría o el campeonato del equipo de basketball o fútbol comenzará... Todos, incluso los maestros, andan apresurados a llegar al lugar donde se llevaría a cabo el evento. Ahora, para el tercer receso de la mañana, todos nos dirigimos hacia la cancha de fútbol donde nuestro equipo femenino y el de Atlanta se enfrentarán. Bueno, hay que agregar que es emocionante porque nunca había existido un partido de chicas, así que eso le suma emoción.

Era el turno de Paul, Sean y yo sentarnos en la gradería y apoyar a las chicas. Sí, Sean. Desde que Jenny aclaró las cosas conmigo, ella y Sean han pasado más tiempo con nosotros, así que aquí nos encontrábamos, como si fueramos amigos de toda la vida. Aunque, dejando de lado todo lo que pasó, el dolor, resentimiento y esas cosas, debo decir que es divertido vernos en esta situación.

Paul codeó mi brazo para llamar mi atención, así que lo miré.

–¿Cómo sigue tu pierna? –preguntó.

Para los minutos de reposición, Paul, Nickolas y yo tratamos de hacer una última jugada y que esta sí terminara en gol. Sin embargo, un tipo del equipo de Atlanta me interceptó antes de llegar al área. Su taco fue directo a mi tibia, el árbitro pitó falta pero el universo no quería que ganáramos y Dereck terminó fallando el tiro. Imbécil.

Fotografía {✔}Where stories live. Discover now