Capítulo 39

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Ariana

–Perdóname... Por quinta vez consecutiva, Marc.

–Esto no tiene perdón –dijo, fingiendo estar ofendido al otro lado de la línea. –Es la final, Ari. ¡La final! Y decides faltar porque... Espera, aún no me dices por qué vas a faltar.

–No puedo decirte –dije sonriendo.

–¿Por qué?

–Porque se arruinaría todo.

–¿Lo nuestro? –fruncí el ceño.

–Uh...

–¿Estás engañándome? –rodé mis ojos.

–Sí, cariño, lo siento. ¡Pero Dylan O'Brien se veía muy tentador en mi sueño y no pude decirle que no! –Leslie, quien estaba a mi lado, me miró como si me hubiera vuelto loca y me encogí de hombros.

–Traidora –suspiré, divertida. –Rompes mi corazón.

–Perdóname... Por sexta vez.

–Bueno, pero dime –fingió llorar. –¿Por qué no puedes decirme?

Les y yo entramos a la librería antes de yo contestarle a Marcus. Saludamos a la chica detrás del mostrador, y nos dirigimos a la sección de cartulinas, estampillas y marcadores.

–¡Porque es una sorpresa y si te digo, cagarías todos los planes!

–¡Eso no es cierto!

–Sí lo es, Marc. Siempre le dices a las personas a las que se le hará la sorpresa, que se le hará una sorpresa. Y deja de ser sorpresa.

–¿Para quién es?

–No seas cotilla –Leslie rodó sus ojos y me reí.

–Me hieres, Ari.

–Te amo, cariño. Ahora voy a colgar, ¿si? Qué te vaya bien en tu último partido. ¡Oh! Y procura estar en tu casa para las tres de la tarde, es parte de la sorpresa.

–No haré nada de lo que me pidas, hasta que me digas qué es –gruñí, pero Leslie tomó mi teléfono entre sus manos antes de poder contestarle a Marcus.

–Mira, Green... ¿Qué? No, idiota, soy Leslie –alzó una ceja. –Sí, es obvio que tenemos voces diferentes. ¡Mierda, Marc! Deja de hacer preguntas. Escucha, la sorpresa es para tu hermanita –ella sonrió y asintió. –Exacto, así que... ¡No! No te diremos qué es –gruñó frustrada y alejó el celular de su cara para mirarme. –Voy a matarlo –me reí, viendo cómo acercaba de nuevo el aparato. –¡Es su jodida graduación! Así que más les vale a ti y a tu culo estar allí a tiempo y no decirle nada porque es sorpresa –asintió, otra vez. –Genial, nos vemos.

Sin nada más que agregar, Leslie cortó la llamada.

–No entiendo cómo lo soportas –dijo y sonreí.

–Es la misma pregunta que me hago todos los días al verte a ti junto a Joel –ambas reímos y entonces, nos dedicamos a buscar lo que necesitábamos.

Nos encontrábamos a mitad del mes de junio. Dentro de dos meses, Alisa entraría a octavo grado y pensé que sería buena idea hacerle una graduación en su casa. Graduación que sería una despedida también a todos los años que recibió clases en su casa, y no en un colegio. Ella lo merece, y me encantaría verla con el birrete y la bata blanca que le compré, caminando... ¡Caminando! Hasta recoger su título que certifica la validez de las tutorías que le dio su anterior institutriz, y ahora yo.

Así que, ahora me encuentro con Les haciendo las compras de las cosas que me faltan. Como decoraciones cursis y demás cosas. A la graduación invitamos a Chloe, Paul, Leslie, mi familia y claro, los Green. Les dijimos al resto de nuestros amigos pero Crys anda resolviendo asuntos importantes de la universidad, en New York. Y Jenny y Sean, junto a mi hermosa nena, Sophie, andan de viaje, los tres, por carretera. Llegarán hasta la próxima semana, un día antes de nuestra graduación.

Fotografía {✔}Where stories live. Discover now