Error

epilogue.

Brielle se bajó del auto, siendo envuelta por un ambiente frío y melancólico. Entró al cementerio y después de encontrar a su mejor amiga, dejó las flores sobre la superficie de piedra y se sentó en el pasto frente a la tumba, abrazando sus rodillas. Entonces habló durante mucho rato, tal vez horas, aunque a ella le parecieron solo unos cuantos segundos.

—Bueno, creo que ahí termina la historia —dijo la rubia, suspirando—. Ah, se me olvidaba... Tu madre, bueno... Fue sentenciada a muerte hace un par de semanas por haber matado a Gregory Knight, Jakob Jones, Bryce Clement, Mary Brown, Calvin Knight, Jeremy Chan y a... a mi hermanito. También a un montón de gente más que no importaba mucho, simplemente se cruzaron en el camino. En total confesó alrededor de unos treinta asesinatos, sólo porque mi amigo con cabeza de zanahoria la manipuló... Espero que no te moleste, pero ella también te hizo mucho daño, ¿no?

Brielle se quedó en silencio unos minutos, jugando con sus manos y observando el nombre de su mejor amiga grabado en la piedra.

Ruby Vivian Dachs.
2002-2021

—Pasaron muchas cosas, ¿cierto? Y todo porque maté a tu agresor —comentó Brielle—. Bueno, creo que mereces los últimos detalles por aguantar esta historia durante tanto rato. Ryan pudo recuperar su carrera de Nedicina y adivina con quién está saliendo. ¡Con Nai! Resulta que ella lo perdonó por matar a Jeremy, Ryan le pidió una oportunidad de conquistarla y ahora están juntos. Jess logró graduarse de la escuela y piensa estudiar Criminalística, es que le quedó gustando la cosa de los asesinatos y eso. Aún no puede dejar las drogas, pero intento ayudarlo algo, ya que lo quiero mucho. He intentado convencerlo de ir a rehabilitación, aunque dice que le da miedo. Prefiere centrarse en sus estudios para distraerse, también lo ayudo con eso, ya que tiene que dar la prueba de acceso a la universidad. Hum, ¿qué más? ¡Ah! Mamá y yo estamos mucho mejor que antes. Ella y Leo siguen siendo pareja, ¿puedes creerlo? Ya lleva más de un año con un mismo hombre, es un completo record.

Brielle volvió a callarse por un rato, aguantando las extrañas ganas que tenía de llorar, pues sentía una enorme mezcla de sentimientos. Entonces continuó, porque tenía muchas cosas que decir.

—Hace unas semanas Leandro aceptó hablar conmigo, así que me disculpé con él y le conté absolutamente todo lo que te estoy contando ahora, finalmente me perdonó y me pidió disculpas por no comprender que en ese tiempo yo también la pasaba muy mal. Ahora él sigue intentando superar a Isaac, y yo también, pero sé que lo de ellos era muy fuerte, espero que pronto pueda salir adelante de forma sana. Por parte de Massimo, ahora maneja la mafia de Jakob, según él intenta no ser tan peligroso como su hermano, aunque el otro día me pidió ayuda para deshacerse de un cadáver.

A Brielle se le escapó una risita llorosa, dejando caer un par de lágrimas.

—Por mi parte, pienso que finalmente soy feliz —continuó, sonriendo—. Déjame decir que congelé la carrera de Arquitectura. Sí, lo que pasa es que quiero ser modelo de verdad, así que voy a intentarlo. Si no me sale bien, pues me sigue quedando salud y mi padrastro —ironizó.

La rubia se pasó la manga del suéter por debajo de la nariz.

—Tengo a mi chico. Está cada vez más cerca de convertirse en un basquetbolista profesional, aunque sigue teniendo su lado asesino. El otro día, en California, casi mata a un tipo que intentó tocarme en una disco. Por eso nos devolvimos a casa antes de lo previsto. —Brielle meneó la cabeza—. Él ha sido mi error más lindo, y también el más bueno. Dios, Ruby, si lo vieras en persona... En fin, él me ama, yo lo amo, nos amamos. Sigo esperando el día en el que me pida matrimonio, sino lo haré yo.

La chica se acomodó para ponerse de rodillas frente a la tumba, inclinándose y dejando un suave beso sobre la fría piedra.

—Creo que eso es todo... No quería decirlo hasta despedirme, pero vine a verte porque debemos irnos del país —le informó en voz bajita—. La policía anda caliente con nosotros porque salieron muchas cosas a la luz, así que Nash, Jess, Ryan y yo nos iremos juntos. Hemos estado planeando todo durante las últimas semanas y ellos escogieron un país al azar para vivir. Tendremos que tomar hasta nuevas identidades, pero no fue tan difícil, porque Nash hackeó un par de cosas y ya... Bueno, solo es eso.

Brielle se quedó mirando la tumba por unos segundos y un par de lágrimas suyas cayeron sobre la superficie.

—Te extraño y te amo —susurró—. Nos vemos, Ruby.

La rubia se puso de pie y caminó por entre las lápidas, alejándose de su mejor amiga. Salió del cementerio y buscó el auto negro en el que se había trasladado. Sus dos amigos y su novio, encapuchados, se encontraban esperándola contra el capó del vehículo. Brielle se acercó a ellos.

—¿Estás bien? —preguntó Jesse.

Ella asintió con la cabeza mientras Nash la tomaba de las manos para acercarla a él.

—No llores, bonita —susurró, pasando los pulgares por las mejillas sonrosadas de Brielle. Depositó un pequeño beso en sus labios y la abrazó con fuerza. La chica escondió la cabeza en su pecho y lloró durante un par de minutos. Los otros dos chicos también se unieron al abrazo.

—¿Puedes dejar de llorar? —preguntó Ryan—.Voy a acabar llorando contigo.

Ella soltó una risa en medio del llanto, entonces se relajó un poco y se limpió el rostro con las manos.

—Debemos irnos, el jet nos está esperando y tenemos que pasar a buscar a Nai —dijo Nash.

Jesse asintió con la cabeza y se metió en el auto. Ryan se subió al volante.

—Tengo una pregunta para ti —dijo Nash, mirando a su novia a los ojos.

—Dime.

—¿Qué es lo que haremos cuando lleguemos a nuestro destino?

La rubia lo meditó por unos segundos.

—Empezar desde cero —respondió—, y olvidar que este gran error alguna vez ocurrió.