forty seven.

1.4K 151 51
                                    

BRIELLE MONROE

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

BRIELLE MONROE.

No quise asistir al funeral de Ruby sabiendo que tendría que ver las caras de todos los culpables de que ella se suicidara. Por eso, porque ellos lo provocaron, tomé una decisión.

Iba a matar a cada uno de ellos sin importarme lo que pasara. A Gregory Knight, a Delya Dachs y a Bryce Clement. Sólo quería verlos sufrir y tomar venganza con mis propias manos.

Fue por eso que me cambié de carrera. Quería estudiar Medicina para conocer con mucha seguridad cada parte del cuerpo humano, saber las funciones de todos los órganos, cuáles eran las venas que transportaban las mayores cantidades de sangre, dónde se encontraban los nervios más sensibles, y con ello, saber cuál parte del cuerpo dolía más al ser apuñalada, cómo podía matar a alguien de la forma más dolorosa posible.

Por supuesto, el universo me puso las cosas en una bandeja de oro. Richard se vio obligado a pagarme la carrera, ya que por mi madre haría cualquier cosa y, a su vez, ella haría cualquier cosa por mí. Y tiempo después, a final del primer trimestre, ocurrió lo que no sabía que necesitaba, y por supuesto lo aproveché al máximo.

Un día lunes por la mañana, durante una clase, entraron a nuestro salón un par de alumnos escoltados por otra profesora.

—Vamos a realizar un trabajo en conjunto con los estudiantes de Criminalística —anunció nuestro profesor—. El propósito es que se ayuden mutuamente en un proyecto que consiste en identificar intentos de homicidios y a cómo tratar las heridas causadas a tiempo. Ahora, les asignaré a sus respectivos compañeros de trabajo, y los invitaré a elegir algún sitio del edificio para que puedan empezar cómodamente.

Solo quedaban dos personas en el salón. Yo y un chico moreno de cabello castaño y el peinado el cual yo llamaba "el librito".

—Supongo que me quedo con ella, ¿no? —le preguntó con una grave voz al profesor.

—Es lo evidente —respondió él, y se dirigió a mí—. Señorita Monroe, será con el señor Lennox.

Asentí con la cabeza y tomé mis cosas para ponerme de pie. Pasé junto al chico sin mirarlo y salí del salón, deseando internamente que la tierra abriera un hoyo y me absorbiera.

—Supongo que hoy es mi día de suerte —comentó, corriendo detrás de mí para alcanzarme.

—Definitivamente —respondí con frialdad.

—¿Cómo te llamas? —preguntó.

—Brielle.

—Yo soy Drake.

—No te pregunté —repuse, bajando las escaleras para dirigirme a la biblioteca.

—¿Tu nombre significa bonita? —inquirió—. Porque eres la cosa más bonita que vi en mi vida.

—De partida, Brielle significa Diosa exaltada —contesté—. Y el tuyo debe significar patético, porque eres lo más patético que vi en mi vida.

Él soltó una pequeña risa y se puso frente a mí para detenerme el paso. Me quedé plantada, alzando la vista para mirarlo a la cara.

—¿Qué quieres? —le espeté.

—En este momento quiero muchas cosas —respondió—. Entre ellas estás tú, y las otras son variantes.

—Todo el mundo me quiere. —Sonreí.

Él se relamió los labios, inclinándose un poco hacia mí.

—Admito que te he notado en los descansos y he querido hablarte siempre, ¿tú no?

—No —sinceré, encogiéndome de hombros—. No estoy pendiente de gente que me es completamente indiferente.

Volvió a sonreír. ¿Por qué a algunos hombres les gustaba que los trataran así?

—Bueno —resopló—, solo quiero que sepas que siempre consigo lo que quiero.

—¿Ah, sí? —Di un paso hacia él, por lo que quedamos mucho más cerca—. ¿Sabes qué es lo que quiero yo, Drake?

No despegué mis ojos de los suyos, que no tardaron en bajar a mis labios, observándolos como si fueran un pedazo de pastel.

—¿Hum? —murmuró.

—Quiero que te hagas a un lado para que vayamos a hacer la maldita tarea —respondí con voz falsamente melosa—. Si cooperas y sacamos un diez en el proyecto, puede que te de una pequeña oportunidad conmigo, ¿sí?

Así fue como me aproveché de él. Un mes más tarde acepté ser su novia, veíamos documentales de asesinatos, ya que le gustaban y a mí también, así que en esos momentos le hacía preguntas de forma discreta. Le sacaba toda la información que necesitaba, durante citas, después del sexo, en todas partes, y ya que el pobre estaba a mis pies, hacía absolutamente todo lo que yo lo pedía.

Sin embargo, tiempo después me salió el tiro por la culata. Mi relación con Drake se volvió tóxica, porque resultó ser alguien muy posesivo. No quería que me vistiera como yo quería y no me dejaba hablar con otros chicos. Me sentía muy capaz como para afrontarlo por mi cuenta y jamás me afectó, porque de partida él nunca me interesó y jamás sentí algo por él.

Pero decidí terminarlo un día que, durante una fiesta, se emborrachó y al verme hablar con otro chico intentó golpearme. En un intento de cubrirme, me escondí detrás de una ventana y el puñetazo le llegó a esta. El cristal se hizo pedazos, me cayó uno a mí y me realizó un profundo corte en el pecho por el que terminé en el hospital. Hasta el día de hoy tengo esa cicatriz.

Ya, tal vez me lo merecía por ser una oportunista, aprovechadora y manipuladora. Pero la verdad es que ya tenía todo lo que quería y no me importa si lastimé a alguien en el camino.

ErrorTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon