MiniRelato Nº13: Adrinette

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Contiene spoiler de la S5 por si aun no la empezaste....

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Aunque el ambiente en París estaba muy afectado por las amenazas de Monarch, la nula actividad de Akumas, le había dado a Marinette el tiempo de pensar las cosas con calmas, de buscar la forma de recuperar los Miraculous. Así como también, permitirle a Alix que vuelva al presente. Ese era uno de los puntos que sabía que le dolería al entrar al salón, el banco junto a Mylene estaría vacío y pese a que ella sabía que era parte del oficio de superhéroe, no dejaba de afectar.

Al menos, su único consuelo, era saber que Bunnyx era feliz con el trabajo, que amaba lo que hacía y con orgullo cuidaba los portales del tiempo.

Tenía una excelente aliada en ella.

Aspiró profundamente, pero antes de cruzar la puerta escuchó un par de murmullos y lamentos. Apresuró los pasos y vio como todos sus compañeros rodeaban a Adrien que lucía tan tranquilo como siempre, pese a que todos le daban el pésame como si alguien se hubiera muerto.

—Siendo sincero, con todos ustedes, estoy feliz de que se haya cancelado el viaje.

—¡Pero, viejo! —protestó Nino— ¡Era un viaje por el mundo!

—Sí, pero yo no lo deseaba —respondió y en eso, su mirada se cruzó con la celeste de Marinette y sonrió—. Yo quería quedarme aquí.

—¡Qué aburrido! —protestó Kim—. Modelar y viajar por el mundo, debe ser un sueño.

—Pero, claramente no el mío, no me gusta esto —respondió, negando con la cabeza—. Wow —dijo, sonriendo—. Una vez que lo dices en voz alta, es más fácil de repetirlo.

Todos se quedaron en silencio, sintiendo que ya lo habían oído antes también.

—Buenos días —saludó, de repente, Marinette, haciéndose notar. Algunos se sobresaltaron y otros volvieron a sus asientos.

Marinette caminó hacia su asiento y en cuanto dejó su mochila, Adrien giro a verla.

—¡Gracias!

—¿Por qué? —preguntó confundida.

—Por escucharme, la verdad, me hacia tanta falta soltarlo —le explicó—, era un nudo que me apretaba la garganta.

—Lo entiendo —dijo, tratando de evitar sentirse cohibida por la mirada que le daba—. A veces es bueno soltar las cosas, ¿no lo crees?

—¡Por supuesto!

¡Ella hablaba de soltar y era lo que quería hacer con él! ¡Y ahora le sonreía de esa forma tan encantadora! Era una sonrisa tan natural, tan real...

—¿Marinette?

—¿Sí?

—¿Sucedió algo?

—No —agitó su mano derecha frente a ella—, pensaba en que, si necesitas hablar, tú sabes, la amiga Marinette está siempre disponible para escuchar, aunque nadie la escuche a ella —y aunque lo ultimo lo susurró, Adrien le tomó la mano que tenía aun extendida y le dio un beso sobre los nudillos.

—Yo siempre te escucho Marinette —le dijo con un guiño de su ojo derecho—, incluso hasta lo que balbuceas...

Marinette abrió con sorpresas sus ojos, pero no pudo preguntar a que se debía, ya que la profesora ingresó al salón de clases.

Suspiró.

Solo quería pensar en las mariposas oscuras que aterrorizaban París y no las que revoloteaban con fuerza en su estómago. 

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