Minirelato N°44: Ladynoir

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#Minirelato #Ladynoir

Chat Noir encontró a Ladybug hecha un bollito en el techo del Trocadero, el lugar predilecto de ella para las reuniones y esconderse del mundo.

Se sentó junto a ella, pero no tan cerca, para no sobresaltarla.

—¿Por qué siempre me encuentras? —protestó, sin mirarlo. Chat Noir sonrió.

—Porque siempre quieres que te encuentre, M'lady —respondió y ella lo miró frunciendo los labios en un puchero— ¿Qué pasó?

—Estoy colapsada, los exámenes de la universidad me tienen al límite y este nuevo villano no pudo elegir mejor momento para aparecer ¡Final de semestre! —exclamó extendiendo sus brazos hacia la torre Eiffel— ¿No trabaja? ¿No estudia?

—Te entiendo, yo también estoy con mis finales —le recordó.

—Pero no te ves colapsado —llorisqueó como niña pequeña, agitando sus hombros—. Que envidia me das.

—Es que yo repongo mis energías, mirándote —le respondió, haciendo que Ladybug se pusiera seria, y el superhéroe sonriera—. No dije nada que fuera mentira, tu misma has visto la enorme foto que tengo de nosotros en la pared de mi departamento.

Ladybug volvió a esconderse entre sus brazos y piernas para no mirarlo. Solo recordar la foto que Adrien amplió de ambos, la hizo sentir muy pero muy avergonzada.

—Estoy esperando que nos graduemos para cambiarla por la de bodas —exclamó moviendo sus manos frente a él.

—¿Sabes que quiero ahora? —dijo la chica, haciendo que el superhéroe se acerque más a ella, para escuchar su pedido.

—¿Qué? Tú sabes que dices "Salta" y yo "Salto"

—Quiero irme a perder a una isla desierta —respondió, dejando caer sus hombros—, dejar que mis pies se hundan en la arena cálida... Y no pensar en nada más que en disfrutar de la playa.

—Pues, M' lady, sus deseos son órdenes.

—No bromees conmigo —dijo, entrecerrando los ojos.

—No bromeo.

—Ay, ¿Y qué vas a hacer? —preguntó desconfiada—. ¿Sacar tu celular y comprarme una isla?

—Lees muchas novelas románticas, M'lady —comentó divertido, pero se le acercó aun más, como si lo que quisiera contarle fuera un secreto—. Ya tengo una.

—¡No inventes! —exclamó.

—¿Te he mencionado que mis abuelos maternos son nobles ingleses? —cuando Ladybug afirmó, Chat Noir continuó con su relato—. Para los dulces dieciséis de mi tía y mi mamá, le regalaron una pequeña isla.

—No puedo creerlo.

—Pues es verdad —respondió—. Como mis abuelos no querían a mi padre, mi tía Amelie fue la albacea de eso, hasta que cumplí los dieciocho.

—¿Y por qué no querían a tu padre?

Chat Noir se rió mirando a Ladybug.

—Porque no estaba a la altura de su hija, ¿No te suena? —dijo divertido, recordando cuando Gabriel le había dicho eso mismo a Marinette.

—Pero, tú padre es muy famoso.

—No cuando conoció a mi madre —le contestó, dándole un beso en la mejilla—. Tú eres mucho más conocida en el mundo del diseño, de lo que era mi padre cuando conoció a mi mamá. Digamos que todo lo que él tiene, si es por su talento, pero también por ayuda de mi mamá. Ella le dio los contactos de la señora Audrey y de la señora Tomoe.

—Vaya...

—Sí —afirmó, mirando hacia la torre Eiffel—, por eso me enojé tanto con él cuando te dijo eso, aquella vez.

Ladybug apretó los labios, no era un recuerdo que le gustaba visitar, de hecho, es el que eliminaría si pudiera de su cabeza.

—Entonces —Chat Noir dio un aplauso para que la chica tras la máscara no se perdiera en sus recuerdos oscuros—, cuando cumplí dieciocho, mi tía Amelie nos junto a Felix y a mí y nos contó que ambos éramos dueños de una isla y de una hacienda. Sinceramente, Felix no quería nada de la isla, parece que eso de ensuciarse con arena no está en él, así que hicimos un trato, el me pasaba toda la isla y yo le pasaba mi parte de la hacienda.

—¿No saliste perdiendo? —le preguntó.

Chat Noir sonrió.

—Pero, ¿Quién tiene una isla desierta, aunque con una bonita casa, para llevar al amor de su vida?

Finalmente, logró que Ladybug se riera y se apoyara contra él.

—¿Cuándo vamos?

—Termino mis finales el viernes, ¿tú?

—El jueves...

—Entonces, nos vamos el viernes en la tarde —le guiñó el ojo—. Prepara tu equipaje, prrincesa, porque el Ladynoir se va a la playa.

—Pero, tenemos que salir como Adrinette, Chaton... No tenemos pasaportes con los trajes de superhéroes.

—Bueno —sacudió la cabeza— el Adrinette se va a la playa.

Ladybug apoyó su cabeza en el hombro de Chat Noir y cerró los ojos.

—Ya lo estoy esperando. 

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Para los que se preguntan, por qué actualizo esto todos los días...

Es que estoy con un reto en Twitter con MeimiCaro, donde nos retamos con una palabra todos los días para escribir algo. Llevamos un mes, así que lo escribo en twitter y luego, lo paso aquí :3

Y para que sepan, me faltan muchos minirelatos antiguos que aun no publico aquí y del mismo reto con Meimi.

Espero poder tenerlos todos, pronto :3

Mientras les aviso que estoy escribiendo el capitulo final de Detrás de la sonrisa y el fic será actualizado del 14 al 18, en cuanto mi beta me pase los capitulos corregidos, la vida de adulto a veces nos colapsa jajaja pero bueno, lo importante es que esta escrito y puede salir en cualquier segundo :P

Aqua~ 

Mini RelatosWhere stories live. Discover now