Minirelato N°42: Marichat

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#Minirelato #Marichat

Marinette estaba en su balcón observando la nueva valla publicitaria de Gabriel, donde Adrien salía presentando el nuevo perfume.

Aunque ella era consciente de que aquella imagen era computarizada, y no era el verdadero no podía negar, que la imagen le gustaba mucho.

Quien sea, el genio detrás de aquel programa, había logrado recrear la sonrisa autentica de Adrien, esa que solo tenía cuando estaba con sus amigos.

—Pareciera que vas a hacerle un agujero con la vista de tanto que la ves —la voz a su lado, la sobresaltó, encontrando a Chat Noir sentado en la protección del balcón, junto a ella y no se había dado cuenta.

—¿Cuándo llegaste?

—Hace un par de minutos, pero ni me notaste.

La chica soltó una pequeña sonrisa ante los labios fruncidos del superhéroe.

—¿Qué tanto le ves a Adrien Agreste?

—¿Que tanto le veo? —preguntó divertida, volviéndose a apoyar en las protecciones de su balcón, observando el anuncio y luego, de nuevo al héroe — Pues todo —respondió.

Chat Noir frunció los labios molesto y Marinette solo se volvió a reír.

—Es un chico adorable, muy tierno y detallista. Amable, caballeresco y amoroso. Y encima, tiene una apariencia —junto sus dedos índice y pulgar—, de puntuación perfecta.

Chat Noir soltó un gruñido, que animó a Marinette a seguir.

—Y no solo eso, es un gran deportista. Tienes que verlo jugar básquet —agitó su mano frente a ella como si se echara viento—. Se ve tan guapo, Uff, de solo recordar su partido de hoy... Mil veces mejor que verlo en el traje de esgrima, todo cubierto.

—¿Y qué hago ahora yo con toda esa información? —consultó el héroe sin ser capaz de mirarla a la cara después de escucharla hablar así de él— ¿Saco el anillo y te lo doy?

—¿Anillo?

—Sí, el de compromiso que compré cuando supe que mi novia, era Ladybug.

—¡Oh, ¿estás saliendo con Ladybug?! —Chat Noir miró a Marinette, quien se cubría la boca con ambas manos fingiendo sorpresa.

—Sí, y está algo chistosita el día de hoy.

Marinette volvió a reír.

—Oye, no estoy mintiendo.

—¿Sobre salir con Ladybug? —preguntó aun divertida.

—No, sobre el anillo

Marinette vio como el superhéroe, abría el cierre del bolsillo de su traje y sacaba un pequeño estuche con dos anillos dentro.

—Quería hacer esto, de otra forma, pero contigo nunca salen las cosas como las planeo.

Marinette observó los dos anillos, uno era dorado con una piedra verde y el otro era plateado con una joya rosada. Aunque por los tamaños... el dorado era para ella.

—Chaton... Tenemos dieciséis.

—¿Y? —dijo, sacando el dorado del estuche y poniéndoselo en su dedo, con sumo cuidado, luego, le dio un beso sobre sus nudillos—. Dos años para planificar la boda, ¿no es un buen tiempo?

Marinette no pudo reírse de aquellas palabras, sabían que eran verdad, no dichas por decir, la seriedad en la mirada del superhéroe, él iba en serio.

—¡Ay! —dijo de pronto, Chat Noir sobre saltándola.

—¿Qué pasó?

—No te pregunté si aceptabas... —aterrado, trató de recuperar el anillo, pero Marinette no lo dejó.

—Por supuesto que sí —le respondió—, yo con mi Cat-ballero voy al fin del mundo...

—Dijiste que sí e hiciste un juego de palabra, ¿Estoy muerto? —dijo feliz.

Marinette volvió a reír y abrazó a su ahora, prometido felino.

Regresó su mirada a la publicidad.

Sí, aquella valla tenía una sonrisa hermosa de Adrien, pero la real, era mil veces mejor.

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