Capítulo#8

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"San Valentín"

Arlen

Cómo ya es una costumbre en mí, salgo corriendo de casa para llegar a tiempo al colegio.Grettel viene conmigo, la traigo de un brazo y casi casi que arrastrada, lo que hace que se queje varias veces, pero no me importa ya que si ella no hubiera insistido en ver unas películas y dormir hasta las tres de la madrugada, no parecieriamos zombies, con tremendas ojeras que me salieron por dormir solamente dos horas, y ni hablar de Grettel que parece marihuanera con los ojos completamente rojos, tanto que no deja de frotarlos. Llegamos al colegio, y lo primero que vemos es todo el lugar decorado con corazones de papel, y los hay por todos lados.

Paso al salón de Grettel y la dejo allí, y me encaminó al mío, cuando llegó a mi salón esta igual que el resto del colegio, lleno de decoración de san Valentín, el día del amor y la amistad, dos cosas que casi no tengo, por lo cual este día me da exactamente igual, no me importa, y soy de las personas que creen que el amor es tan bonito que no debe celebrarse en un solo día, sino cada día del año.

Paso y veo que todos los pupitres estan pegados a la pared formando un cuadro donde todos estan sentados, veo a las chicas que me llaman a que me siente con ellas, camino hacía ellas dejo la mochila en el suelo y me acomodo en mi pupitre...

-hola,¿Por qué faltaste ayer?- dice Megan.

-Hola, ayer fue mi cumpleaños, y mis padres decidieron que no viniera, además no iba a pasar por la vergüenza de que todos me cantaran, abrazaran, y fingieran que les agrado- le sonrio.

-ayer fue tu cumple ¡Felicidades!- Sofía me da un abrazo.

-Gracias.

-pero esto no se queda así- dice Irina poniendose de pie, y se acerca con la maestra Carolina. Me doy cuenta de lo que acaba de hacer cuando los ojos de la maestra se posan en mí y comienza a llamarme « Maldita Irina», camino hacia el puesto de la maestra, ella me toma de la mano y me posa justo frente a todo el salón, haciendome sentir pequeñita...

-Buenos días chicos- llama la atención de todos mis compañeros- ayer fue el cumpleaños de la señorita Jareau, por motivos personales no pudo acompañarnos ayer, pero no dejaremos pasar esta fecha tan especial, así que cantemos.

Nunca en mi vida sentí tanta vergüenza cómo el día de hoy, donde todos comienzan a cantar y aplaudir hacía mí, algunos sonrientes, otros con cara de culo pero todos hipócritas eso es seguro, paso la vista por todo el salón, y lo que no sabía es que la vergüenza no tiene límites y también que la vida me odia, pues el mundo cae a mis pies cuando mi vista llega a la puerta y me topo con aquellos ojos negros en los que tanto pienso...

«Es él, es Brad»


Lo veo durante unos segundos, y no puedo creer que este aplaudiendo cómo mis compañeros, el al ver que mi vista esta puesta en el me sonríe, me pongo del color de un tomate y volteo rápido la mirada, nunca me había parecido tan larga esa maldita canción, en lo que dura la canción me siento atraída a voltear hacía la puerta, pero el simple hecho de pensar que él puede seguir allí me lo impide.
Hasta que al fin termina esa desgraciada canción, todo el salón revienta en aplausos y se que se avecina la peor parte de todo...

-Bueno chicos, hagan una fila para poder darle el abrazo y felicitar a la señorita Jareau- dice mi maestra, y no estaba equivocada venia la pero parte la del "abrazo hipócrita"

Bralen (+18)Where stories live. Discover now