Capitulo #30

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"pecados"

Arlen

Otro día duro en la universidad, estamos en exámenes finales del segundo semestre y me está resultando muy agotador. El que Elisa esté en mi clase y estudiemos lo mismo me parece perfecto, porque nos apoyamos mutuamente.

Voy camino hacia una cafetería que está a dos calles de la universidad, quede de verme allí con él, me siento un poco nerviosa, tengo tanto tiempo de no verlo que es cómo reunirme con un extraño cada vez que lo veo.

Llegó a la cafetería, al no verlo por ninguna parte decido tomar asiento en una de las mesas disponibles, me pido una malteada y me quedo esperando, han pasado ya veinte minutos desde que estoy aquí, y nada que aparece, veo hacia la puerta y lo veo entrar.

-Mi amor,¿Cómo has estado?- Da un beso en mi frente. Toma asiento en la silla frente a mí.

-Hola papá- digo secamente- hemos estado muy bien, más Grettel, después que aquel día se arregló en vano.

-El bebé se enfermo y no podía dejar sola a Milena- la sola mención del nombre de Milena hace que me ponga de muy mal genio.

-Si, desde que te fuiste ellos son los únicos que tienen importancia para tí- me gustaría poder recuperar a mi padre, pero no hay momento en el que no recuerde lo que mamá sufrió por esto, y me hace querer sacarle en cara todo a papá.

-No Arlen, todos son igual de importantes para mí- acaricia mi mejilla.

-Pars que me citaste, dijiste que era urgente- me impasiento.

-Me dieron un mejor empleo- me alegro mucho por mi papá- pero es en Europa, tengo que irme por mucho tiempo, tengo que mudarme.

-¿Lo tomarás?- se me hace un nudo el la garganta.

-Si, enserio nesecitamos ese trabajo.

-Nesecitamos ¿Quiénes?, Ellos porque, y has preguntado que nesecitamos Grettel y yo- la voz me sale mas temblorosa de lo que quisiera.

-Hija solo quie...

-Te nesecitamos a tí, tu eres nuestro padre y te queremos, no nos interesa la manutención que pasas cada mes, te queremos a tí, no el puto dinero- comienzo a llorar.

-Arlen, yo las amo, pero ahora también tengo otras obligaciones y nesecito hacer esto, me cuesta mucho estar lejos de aquí, lejos de ustedes- trata de Limpiar mis lágrimas pero no sé lo permito.

-¿Cuando te vas?- es lo único que me queda por preguntar, se que no podré hacerlo cambiar de opinión.

-En un mes- dice un poco triste- tengo que preparar todo para el viaje.

-Muy bien- me levanto de la silla- un gusto verte papá, espero que estes bien - pongo un billete sobre la mesa para pagar mi bebida- Espero que le digas a Grettel.

-Esperaba que me apoyaras con eso- no puedo creer lo que me está diciendo- no quiero herirla.

-No, no papá ella es tu hija debes darle la cara y decirle las cosas- aclaró que yo no lo ayudaré- y eso de no lastimarla tuviste que pensarlo hace siete años, con permiso- salgo casi que corriendo.

Mi padre es el único hombre que me a hecho llorar tanto, desde que mis padres se separaron comenzamos a alejarnos, yo si sabía cuál era el motivo de su separación, muy al contrario de Grettel que no para de mandarle mensajes a todas horas, con él nos vemos solo cuando pasan cosas de este tipo, cuando nesecita algún favor con mi hermana y de allí no hablamos de nada más, nisiquiera conoce a Liam, y tampoco le interesa conocerlo.

Mi casa no está muy lejos de la universidad, así que prefiero irme caminado para pensar en lo que me dijo papá, no he parado de llorar pensando es eso, si yo estoy de tal manera no sé cómo se pondrá mi hermana. Unas calles antes de llegar a mi casa, trato de empezar a calmarme para que no sospechen nada en mi casa. Cuando voy entrando a la calle de mi casa me quedo estática al ver la camioneta de Brad frente a mi casa, camino más rápido de lo que normalmente lo hago, cuando estoy a punto de llegar abren la puerta del piloto y él sale de la camioneta. Cómo de costumbre se ve guapísimo noqueado de un sólo golpe a mis neuronas.

-¿Qué haces aquí?- suelto la pregunta al llegar a su puesto.

-Hola Brad ¿Cómo estás? - bromea- Muy bien gracias ¿Y tú?, Ahora que te veo mucho mejor, por cierto te ves guapísimo- comienzo a reír.

-Hola ¿Cómo estás?- comienzo de nuevo.

-Muy bien ¿Y tú?- saluda de regreso.

-No me siento bien - digo al ver el auto de mamá fuera de casa- ¿Puedes llevarme a otro lugar?- en algún futuro me arrepentiré de esto, pero en este momento lo último que quiero es entrar a casa.

-¿Qué sucede?- noto una verdadera preocupación en su voz. Acaricia una de mis mejillas.

-Nos vamos y te platico ¿Si?- le suplico con la mirada que me lleve a otra parte.

-Claro, sube- abre la puerta para que pueda pasar, luego sube él y pone el auto en marcha-¿A dónde quieres ir?

-¿Podemos ir a tu casa?- soy una maldita atrevida por preguntar eso, espero que no lo mal entienda- quiero estar en un lugar tranquilo, no quiero gente a mi alrededor.

-Muy bien iremos a mi casa.

Agradezco que respete el silencio que llevo en todo el camino, no quiero hablar, y los silencios entre el y yo son todo menos incómodos. Llegamos al edificio y hacemos el mismo recorrido de la primera vez. Entramos a su apartamento, me ofrece algo de beber y pido lo mismo, está vez en lugar de sentarme prefiero recorrer el apartamento, está vez me fijo en lo grande que es el lugar, mi lugar favorito es el balcón que tiene una excelente vista de la ciudad, las ventajas de vivir en el penthouse.

-La vista es hermosa ¿No crees?- me hace entrega de mi trago

-Si, es bellísima podría pasar aquí viendo el atardecer todos los dias de mi vida- digo viendo la inmensa ciudad.

-¿Qué fue lo que pasó? - ya había tardado en preguntar.

-Estuvo con mi padre- comienzo- se va del país, y me lo dice tan tranquilo, me duele que nosotras pasamos a ser un segundo lugar en su vida, cuando en mi infancia lo éramos todo- comienzo a llorar- es mi padre y nesecito su cariño pero ahora se a convertido en un perfecto extraño.

-La familia es así- se acerca y limpia mis lágrimas- pero sea quien sea, no sabe lo que se pierde al alejarte de su vida, vales mucho y no mereces llorar nisiquiera por tu padre- se queda viéndome directamente a los ojos.

No me muevo y él tampoco, ambos sostenemos la mirada, me pierdo en el negro de sus ojos, y en lo perfecto de su rostro, no me aguanto más jalo su rostro acercándolo a mi, uno nuestras bocas el beso es igual a los anteriores feroz y apasionado. Mañana me arrepentiré de lo que pasé, pero está noche me la voy a disfrutar

Bralen (+18)Where stories live. Discover now