Capítulo#18

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Desahogo

Arlen

Llegamos al colegio muy temparo, ahora agradezco estar más tiempo fuera de casa que en ella, la situación con mis padres es cada dia peor y me esta perjudicando mucho. Llego a mi salón y veo a las chicas sentadas en los pupitres de los chicos, me acerco y me siento en mi pupitre.

-Hola- saludo a todas, paso las manos por mi cara para espantar un poco el cansancio.

-Hola- saludan todas.

-Te ves horrible- Dice Mía, ganandose un codazo de Irina.

-¿Éstas bien?- pregunta Estefanía.

-Si, estoy muy bien- miento- solo no he podido dormir bien los últimos días.

-Se te nota, pareces zombie- para amigas asi para que enemigos.

-Lo sé, pero no me hagan sentir peor- giro los ojos.

Dejamos el tema de lado, ellas hablan de una serie que no conozco, así que las ignoro completamente, y pongo la cabeza sobre el escritorio tratando de descansar en lo que llega la maestra. Llega por fin, pasan las primeras clases y lo único que quiero es que los maestros terminen para poder irme. Me froto los ojos cada cinco segundos, y no le pongo atención a la clase, y peor aún estamos en clase de historia, cierro los ojos un momento, y siento como se quedan pegados por un par de segundos, cuando los abro veo a la maestra viéndome fijamente.

-Cualquiera que le parezca aburrida mi clase, puede tomar sus cosas he irse- dice la maestra para toda la clase en general- porque no quiero verlos dormir, cómo a su compañera- muero de vergüenza cuando me señala y todos mis compañeros voltean a verme.

-¿Estas bien?- pregunta Regina un tanto preocupada.

-si solo cerré los ojos un momento- contesto.

La clase dura quince minutos más, hasta que tocan la campanilla que indica la hora de receso. Me apresuro a salir, espero que el aire me ayude a descomponerme un poco, le digo a las chicas que se adelanten, se van y me quedó sentada en la orilla de la pequeña fuente que hay en medio del patio.

-¿Esperando a tu Príncipe azul?- aparece Brad de la nada.

-Los Príncipes no existen- le digo.

-¿Y las princesas?- se sienta a mi lado.

-Tampoco, porque de existir las princesas tendrían que existir los reyes, y es lo que menos hay en este mundo- recuerdo a mi papá.

-¿Por qué tan pesimista? ¿Nunca viste Disney?- sonríe.

-tal vez tu vida sea cómo los cuentos, pero la mía es una porquería- los ojos se me ponen de cristal.

-¿Por qué lo dices?- me toma de la barbilla para que lo vea.

-Sólo digo, tu padre es millonario, así que no debe pasar tanto tiempo en la oficina, y así a la Secretaría no le da tiempo de seducirlo y meterse en su matrimonio- empiezo a contar todas mis penas- y tú mamá debe pasar todo el día con ustedes, y tú no debes de hacerte cargo de tus hermanos, y llevas una vida normal, cómo cualquiera de tú edad- al sacar todo eso siento que me quite un peso de encima.

-Arlen, mi vida no es un mundo color de rosa- se pone serio, y cambia su postura al instante- pero si tú estas pasando eso, lo siento y creo que debes ser fuerte, y aguantar- volteo a verlo, ¿Que clase de consuelo es eso?- perdón, no soy bueno dando consejos.

-No te preocupes, tan solo decirlo me hizo sentir mejor- sonrio.

- vez solo es necesario tenerme cerca para que te sientas bien- pone una sonrisa torcida que lo hace ver tan bien.

-No seas tan presumido- giro los ojos, al mismo tiempo suelto una pequeña risa.

-Que bonita risa- volteo a verlo y siento el sol en la cara.

-¿Y Max?- cambió el tema.

-¿Qué con Max?- fruce el ceño.

-No lo vi más, si estudia aquí ¿No?- es un niño dulce y me gustaría verlo.

-Si, pero siempre se encierra en su salón, no le gusta ser muy social- se encoge de hombros.

-vaya que si es muy distinto a ustedes dos, tienen la misma cara, pero son muy distintos en cuanto su forma de ser.

-Ellos no pueden ser tan increíble cómo yo- sonríe.

-allí va el narcisista de nuevo- vuelvo a reír.

-Con mi cara cómo no serlo, apoco no soy guapo- sube y baja las cejas.

-Te recuerdo que compartes la cara con otros dos- le bajo el ego.

-Pero soy el más guapo.

-No lo creo - miento- el más guapo es Max.

-Acabas de decir que tenemos la misma cara, ¿Así que también soy guapo?.

-Ósea tan tan igual pues no, pero similar- suelta una risa ronca que me mueven el piso.

-Hola, ¿Qué hacen?- de la nada aparece Grettel.

-Hola, ¿Cuál era tu nombre?- pregunta Brad.

-Grettel- mi hermana lo fulmina con la mirada.

-A sí, perdona ¿Vienes a llevarte a tu hermana de nuevo?.

-No puedes quedarte con ella- pone cara coqueta- pensé que estaría tu hermano- dice Grettel, Brad y yo volteamos a vernos y luego vemos a Grettel.

-¿Porque tanto interés en Max?- molesto a mi hermana.

-Por nada, solo me callo bien- contesta con simplesa.

-pues lamento disolucionarte, pero no está acá, no lo he visto.

-No te preocupes cuñado- dice Grettel, volteo a verla y casi se me salen los ojos de las Cuenca al escuchar eso.

-¿Qué tanto te gusta Max?- digo esperando de sea por eso.

-No, no me gusta- me reta con la mirada- bueno los dejo, Adiós cuñado, cuida de mi hermana- y la muy maldita se va corriendo.

- Así que cuñado- voltea a verme.

-No le hagas caso esta loca- y en un momento estará sin dientes.

-Claro- ríe- ella no se ve afectada cómo tú.

-Ella no sabe nada, te ruego que no comentes nada en su presencia- le pido.

-Tranquila que no soy sapo- me guiña un ojo.

-Te lo agradezco- sonrió.

-Repito, que linda sonrisa tienes- no tengo idea de que contestar.

-Nos hablamos luego- me levanto de la fuente y camino sin voltear a ver.

Ósea me pongo nerviosa al que me diga un cumplido y así espero decirle lo que siento, jajajaj no sé en lo que estaba pensando al creer que podría hacerlo.

Bralen (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora