⚸ | Capítulo 3

94.8K 8.6K 2.4K
                                    

Mi pareja, mi compañera, mi mujer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi pareja, mi compañera, mi mujer. Unas simples palabras que pusieron mis a temblar, me entra una risa nerviosa que se corta cuando veo su rostro serio, me siento de golpe en el mueble y pongo mis manos en mi cara. ¿Con que cara llego a dónde mi padre y le digo eso?

Papá, adivina, entre al bosque soltera y salí del bosque comprometida y con un bebé, es insólito, él se sienta a mi lado y suspira, nuestras rodillas se topan y me muevo, el aire esta denso, ninguno de los dos quiere hablar.

—Sé que esto es una locura, pero tenemos que hacerlo.

—¿Cómo le cuento esto a mi papá? —susurro, miro mis manos —. No me importa tener que fingir contigo hasta encontrar una solución, pero una cosa es mentirles a desconocidos y otra a mi papá —lo miro fijamente —. Nunca le he mentido, ni una sola vez.

—No tienes por qué mentirle, cuéntale la verdad, buscaremos una solución rápida a esto.

¿Tendrá solución? Espero que sí.

Tengo muchas dudas rondando por mi cabeza, no sé nada sobre los licántropos, mamá odiaba todo lo que representaba lo sobrenatural, así que estoy a oscuras con muchas cosas, aprendí a utilizar mi magia a escondidas y por unos libros que hay en la biblioteca de la mansión.

—¿Qué representa una Luna en la manada?

—La luna es la mujer más importante en una manada, si hay una luna, la manada será más fuerte, también se encarga de verificar que los jóvenes vayan por un buen camino.

—¿Entonces, tendré que vivir aquí? Porque si somos parejas o lo que sea y tengo crear un vínculo de respeto y armonía con la manada, eso solo se logra siendo constante.

—Si vas a tener que vivir aquí, dentro de la manada, en esta casa, conmigo.

—¿Crees que tenga solución?

—Tiene que tener.

Me mentalizo para cualquier cosa, todo puede pasar, reviso la hora en mi teléfono y van hacer la seis, me levanto del mueble y busco mis cosas, necesito irme ya, no duro más de dos horas dentro del bosque, si no llego antes de la cena, papá se va a preocupar.

—Me tengo que ir, es tarde.

—Te llevo.

Camino detrás de él, no se escucha ruidos en la casa, me paralizo en el umbral de la puerta y suspiro, hay una sensación extraña en mi pecho y sé que es, tener que dejar a Sébastien aquí, me causa eso, retengo las ganas que tengo de devolverme y llevarlo conmigo a mi casa, me recuerdo que no es mi hijo y que su padre no dejaría que me lo lleve, cierro los ojos un segundo, suspiro y avanzo sin mirar atrás.

Bastian camina de manera despreocupada, saluda a unas personas que pasan por su lado y mira hacia mí, alza una de sus cejas y frunce el ceño cuando me ve paralizada a mitad del camino, termino de llegar a donde se encuentra, siento varias miradas posadas en nosotros y me muevo nerviosa sobre mis pies.

Luna Engreída ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora