⚸ | Capítulo 6

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—¿Estás ocupada? —levanto la mirada y me encuentro a papá parado en el umbral de la puerta

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—¿Estás ocupada? —levanto la mirada y me encuentro a papá parado en el umbral de la puerta.

—No, solo estoy terminando un diseño —me levanto de la silla y dejo el lápiz en la mesa —. ¿Por qué? ¿Necesitas algo?

—Sí, necesito que vayas al pueblo a buscar un paquete que dejaron en la paquetería y no puedo pasar a buscarlo, porque acaban de llegar los miembros del consejo para nuestra junta.

—Está bien papá, solo tienes que decirme la dirección y voy a recoger el paquete.

—Gracias, solecito.

Papá apunta la dirección en un papel y me lo pasa, dice que tenga cuidado con el paquete y sale de la habitación, a pesar de tener un teléfono inteligente, solo lo usa para hacer llamadas, son las tres de la tarde, hace demasiado calor, parece como si abrieron las puertas del infierno, como no tengo tiempo para preparar la bañera y durar horas dentro del agua, me doy una ducha y lavo mi pelo.

Es largo, de hebras finas y completamente lisas, es lo único que le agradezco a mi madre, me evito tener que durar horas secándomelo, se secan solos y a veces aparecen lindas hondas en mi pelo, busco mi protector solar y lo esparzo por mi cara hasta llegar a mi cuello, no soy de usar maquillajes, solo tengo lo básico y con eso me basta.

Abro mi closet y escojo uno de los vestidos que diseñe para usarlo el verano pasado en París, por cambios climáticos como estos es que las personas se enferman, ayer hacía un frio de muerte y hoy hace un calor de infiernos, recojo todo mi pelo en una coleta alta, busco unas sandalias bajitas, agarro mi cartera y salgo de mi habitación.

Papá ha estado un tanto tenso esta semana, él es el encargado de que todos los seres sobrenaturales que hay en Haunted, convivan en paz y armonía, tipo como si fuera un presidente o un alcalde, se junta cada cierto tiempo con el consejo superior de este país, los humanos todavía no descubren que hay seres mágicos entre ellos, no sé cómo actuarían si se dieran cuenta, son pocos los que tienen el privilegio de saber que existe algo más allá que simples leyendas, o pueden percibir ciertos destellos de magia o se enamoraron y decidieron vivir en un pueblo repleto de ellos. 

Lo único bueno de salir de casa, es que voy a comprar donas en la cafetería, salgo de prisa de la casa y entro al garaje a buscar la misma camioneta que use para ir a ver a Sébas, mi mente sigue recreando ese momento donde él me llamo mamá y cada vez que lo recuerdo termino llorando, no sabía que podía sentir tantas emociones con una sola palabra, si me dio miedo, es normal, todos lo sentimos alguna vez en nuestra vida, pero fue un miedo anormal, tengo miedo de fallarle, de no ser lo suficiente buena para tener ese título, de ocupar un lugar tan importante en su vida.

Debí de decirle a Bastian que él me llamo mamá, pero no encontré el momento y no sé cómo actuarán cuando lo vuelva a repetir en voz alta delante de todos, si Daphne es como tener un grano en el trasero, no me quiero imaginar al resto de su familia, querrán despellejarme viva, es demasiado caótico esto, incluso para ellos pero yo no tengo la culpa, no lo pedí, tampoco lo manifesté, mi mente estaba en irme de crucero por el caribe y vivir la vida loca, no tener un bebé y una pareja de un momento a otro, parqueo a las afueras de la paquetería, me pongo los lentes para cubrirme del sol y salgo del auto.

Luna Engreída ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora