⚸ | Capítulo 13

90.4K 7.9K 1.5K
                                    

Maratón 1/3

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Maratón 1/3

Siento mi cuerpo caliente, intento moverme, pero no puedo, algo me lo impide, trato de hacerlo otra vez y escucho un leve gruñido, abro mis ojos lentamente y la habitación está a oscuras, todavía no ha salido el sol, las manos de Bastian están envueltas en mi cuerpo, abrazado a mí, haciendo que sienta su calor corporal, nuestros pies están envueltos, su cabeza está en hueco de mi cuello, siento su leve respiración, erizándome por completo.

Me acerca más a su cuerpo y mi corazón comienza a latir con fuerza, cuándo su nariz acaricia mi cuello lentamente, tengo sed y muchas ganas de orinar, intento una vez más salir de su agarre, pero no me lo permite, no quiero despertarlo, ni empujarlo, tendré que hacerlo porque no me aguanto las ganas.

—Bastian —susurro, pero no logro que se despierte —. Bastian, ¿Podrías soltarme, por favor?

—Adhara déjame dormir.

—Y tú déjame ir al baño.

Siento como su agarre se va soltando, salto de la cama y camino hasta el baño, hago mis necesidades y suspiro de alivio, vuelvo a la habitación, como puedo busco la jarra de agua, me sirvo un poco, mi garganta se refresca bastante, me estiro en la cama para agarrar las sabanas y los brazos de Bastian vuelven a envolver mi cuerpo y acercándolo al suyo, mis ojos se sienten pesando así que no lo empujo, cuando despierte hablaremos de esto.

Me sobresalto cuando alguien brinca en la cama y llevo una mano a mi corazón, la habitación esta iluminada, el sol ya salió, Sébas está cerca de mí, mirándome fijamente y con los ojos muy abiertos, busco a Bastian con la mirada y no lo encuentro, tampoco se escucha agua cayendo en el baño, supongo que ya se fue y no me despertó.

—Lo siento mami, no te quería asustar.

—No pasa nada bebé.

Se acuesta al lado de mí y se acurruca en mi pecho y nos dormimos profundo, la tercera vez que me despierto, es por Bastian, que se le cayó algo en la habitación y mis sentidos se activaron por el ruido, reviso mi teléfono, son las diez y media de la mañana, bostezo, me levanto de la cama despacio, intentando no despertar a mi bebé, él me mira a través del espejo y lo ignoró, no estoy de buen humor.

Aunque el agua caliente ayuda mucho, me hace sentir mejor, hoy es de esos días donde solo quiero estar acostada en la cama, Sébas sigue durmiendo cuando salgo del baño, me alisto y bajo a la cocina a buscar un poco de jugo, encuentro una caja de donas encima de la mesa con una nota que dice; para que te endulces el día, sonrió y me siento en la silla, aprovechando que no hay nadie aquí, comiendo a comérmela tranquila.

Ya hace una semana desde que estoy aquí y siendo que ha pasado más tiempo, el día de ayer fui a investigar para apuntar en la guardería a Sébas, la suerte que es aquí mismo en la manada y encontré un cupo, es muy solicitada ya que es la única que hay por los alrededores y a los padres no les gusta mandar a sus hijos a la de la ciudad y en el pueblo solo hay una escuela para niños a partir de seis años.

Luna Engreída ✓Where stories live. Discover now