Luna Engreída ✓

⚸ | Capítulo 18

Desperté hace media hora y no puedo creer lo que pasó anoche, me muero de la vergüenza, ni siquiera quiero bajar y enfrentar la realidad, no sé cómo actuaré con él después de lo que hicimos, mi corazón se acelera y suelto un largo suspiro, me levanto de la cama, estoy completamente desnuda, camino hasta el baño para ducharme, a mal tiempo buena cara.

La estúpida de Daphne me la ha va pagar, aunque sé muy bien que ella quería causar ese efecto en Bastian, no en mí, pero le salió muy mal la jugada, ella y yo nos veremos de frente y le cantaré sus verdades, no pierdo el tiempo pensando en cómo aniquilarla, me miro desnuda en el espejo y mi cuerpo está lleno de chupones.

Por todos los dioses.

Y en ese momento me empiezan a doler un poco la entrepierna, un buen maratón de sexo, no puedo contabilizar las veces que lo hicimos ayer y gran parte de la madrugada de hoy, tampoco quiero revivir esas escenas que han llegado a mí desde que abrí los ojos, cada vez que lo recuerdo, me sonrojó, mi invade una gran sensación de vergüenza.

El agua fría golpea mi piel causando un alivio inmediato sobre mi cuerpo, me siento tan cansada, salgo del baño envuelta en la toalla, mi teléfono suena en la mesita de noche, es una llamada, me seco las manos para cogerlo antes de que cuelguen, sonrió cuando veo que es Lena quien está llamando.

—Hola Lenita.

—Amiga del alma, ¿Cómo estás?

—Estoy bien ¿Y tú?

—Estoy feliz porque ya compré el vuelo, pronto nos veremos, tengo tanas cosas que contarte.

—Yo también tengo cosas que contarte.

—Empezando por la voz de ese hombre misterioso que escuche cuando hablamos la otra vez.

—Específicamente sobre eso tengo que contarte.

—Me muero de ganas por saber, pero no te voy a bombardear con preguntas en estos momentos, cuando llegue sí, así que prepárate porque me tienes que decir todo.

—Estaré preparada para contestar cualquier pregunta.

Pongo la llamada en alta voz y comienzo a vestirme, busco la ropa más cómoda que tenga, me encuentro con unos leggins y una blusa holgada, miro la hora en mi teléfono y casi son las dos de la tarde, ella me dice que me avisara con antelación sobre el viaje y se despide, doy varias vueltas en la habitación antes de salir, me armo de valor y abro la puerta.

La casa está en silencio, como siempre, supongo que Sébastien está jugando en el columpio, suelto un suspiro cuando encuentro la sala vacía, me mentalizo para encontrármelo en la cocina, cuando abro la puerta en vez de verlo a él, me llegan pequeños flashbacks de lo que hicimos aquí, siento mi cara caliente, me palmo las mejillas para eliminar el sonrojo.

—Buenas tardes Adhara, Bastian me dijo que amaneciste un poco indispuesta, ¿Quieres algo de comer?

—Buenas tardes Becca, no te preocupes, puedo calentar la comida de ayer o buscar algo en la despensa.