Luna Engreída ✓

⚸ | Capítulo 14

Maratón 2/3

—¿Qué haces aquí solecito?

Papá entra al comedor, dónde estoy sentada con Sébas comienzo pastel de manzana, me pide que lo ponga en el piso y se va corriendo gritando abuelito, alzando sus bracitos, papá lo carga y le hace cosquillas, haciéndolo reír, sonrió y él vuelve a mirarme, me encojo de hombro y sigo comiendo, se sienta en la silla de al lado y me mira achinando sus ojos y me hago la que no me doy cuenta.

—Papá, hace tres semanas que no te veo, me prohibiste venir, no pude aguantarme más.

—No te prohibí venir, solo quería que te sintieras cómoda en tu nueva casa.

—Ya casi cumpliré un mes viviendo con todos ellos, así que estoy más que cómoda, Rebecca es muy buena, Brandon me agrada.

—¿Y Bastian?

—¿Qué pasa con él?

—¿Cómo va todo con él?

—Cómo siempre, no es como que pase mucho tiempo con él, es una persona muy ocupada, ha estado muy tenso por algunos problemas, pero no me preocupo, sé que lo resolverá, como siempre.

—¿Cómo estas tu solecito?

—Estoy bien, con más trabajo que nunca, he confeccionado más de cien vestidos desde el día de la fiesta, a muchas chicas en la manada le gusto mi vestido y me han pedido muchas de mis piezas, estoy muy emocionada, cada vez veo más cerca mi pequeño sueño, poder montar una boutique y vender mi creación.

—Sabes que puedo financiarlo, podemos comprar un terreno y crearla desde cero, solo tienes que pedírmelo.

—Papá, sabes muy bien que quiero hacerlo yo, sé que deseas ayudarme, pero por primera vez en mi vida quiero hacer algo y que sea totalmente mío, decir orgullosamente que esa tienda es mía gracias a mi sudor y mi esfuerzo.

—Sé que lo lograras, mi pequeño sol.

Besa mi frente y juega con Sébas mientras termino mi porción del pastel, él le cuenta que empezó a ir al colegio, dónde conoció a su grupo de amigos, que ama ir a jugar con ellos y aprender cosas nuevas, papá le pregunta que cosas ha aprendido y dice que los colores primarios y las primeras diez letras del abecedario, que ya se sabía las vocales y los números del uno al quince, me hace sonreír cuando comienza a contar.

Me pide que lo lleve al columpio, papá se adelanta con él, reviso mi teléfono y mamá no ha parado de bombardearme con mensajes, suelto un gran suspiro y le respondo de manera corta y precisa, no iré al cumpleaños de sus hijos, si nunca han venido al mío, porque yo tengo que ir al de ellos, puede que esté mal, que suene como una persona rencorosa y egoísta pero no me nace tener una actitud amable y condescendiente con ellos.

Cierro mis ojos un segundo, no quiero disgustarme con ella o enojarme, me daría mala digestión, así que comienzo a imaginarme cosas lindas, donas, cafés de caramelo, dulce de leche, hamburguesas con doble queso, patatas fritas, pollo crujiente, ahora me dio deseo de comer algo de eso, me levanto de la silla con el plato en mis manos, camino a la cocina, Olga, Nuria, Rania y Reisha, se encuentran sentadas bebiendo café.