⚸ | Capítulo 11

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Volví, me salió de corazon actualizar otra vez

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Volví, me salió de corazon actualizar otra vez. Ámenme 💗

Los brazos de Bastian alrededor de mi cuerpo me mantienen caliente, me hace sentir segura y protegida de las miradas que algunas personas me lanzan, he mantenido mi cabeza erguida, ignorándolos a todos, pero específicamente a Daphne, con cada paso que doy su intrigante e insufrible mirada está ahí, vigilando, asechando y tramando algo, no se ha acercado a Bastian y eso me parece tan raro, ella nunca se le despega, quiero seguir bailando, pero no quiero que él me suelte.

¿Un poco contradictorio no?

Aunque debería de subir y cambiarme el vestido, la brisa se siente muy fría y mis pezones le han dicho: Hola, aquí estamos, míranos, a Bastian, debería de sentir vergüenza, pero ese barco ya zarpo y más después de ese candente beso que nos dimos frente a la multitud, mis mejillas se encienden cuándo recuerdo ese momento y un calor abrasador descendiente por todo mi cuerpo hasta mi entrepierna cuando sus manos acarician mi estómago.

Rezo para que no se dé cuenta, escucho un leve carraspeo, hay una pareja frente a nosotros, un hombre alto, fornido, rubio y con los ojos tan azules como el agua del mal, es hermoso, pero la belleza de ella es impresionante, su cabello es negro como el mío, pero muy brilloso, sus ojos color avellanas con pequeñas motas grises, me dejaron anonadadas y posee una figura envidiable, si los dioses fueran humanos, sin duda serían ellos.

Se saludan como si fueran amigos de toda la vida, quizás sí lo son y como soy una total desconocida, no sé absolutamente nada de él, es algo que debemos de corregir, se supone que somos pareja, debo de saber hasta el número de bóxer que tiene, bueno, eso no, ya sería demasiado extremo y un poco acosador también, saluda a la chica también y muevo mis pies de un lado a otro, tengo sed, miro la luna, que hoy brilla más que cualquier día y suspiro, sonrió cuando ellos me miran.

—Adhara, él es Liam, el alfa de la manada vecina y un viejo amigo —estrecho nuestras manos y asiento lentamente —. Y ella es Hailee, su esposa.

—Un gusto en conocerlos.

—El gusto es nuestro.

—Y como ya saben, ella es mi mujer.

Mis extrañas se remueven cada vez que él dice que soy su mujer y lo más jodido de todo es que no me molesta que alarde de ello con todos, más bien me gusta cuando lo hace y no sé si está bien o mal.

—Muy hermosa por cierto y con todo el respeto que se merece.

—Muchas gracias.

—Solo pasábamos a felicitarlos y a despedirnos, dejamos a nuestros hijos dónde mi mamá y sabes que son traviesos.

—Fue un placer estar aquí, se nota que se aman mucho, espero que me inviten para la presentación del nacimiento de su hijo.

Ella se voló tres pueblos y no dejo ni la escoba, demonios, ¿Hijos?

Luna Engreída ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora