⚸ | Capítulo 37

66.7K 5.8K 942
                                    

—¿Sigue en pie nuestra apuesta?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Sigue en pie nuestra apuesta?

Me doy la vuelta encarándolo.

—Sabes muy bien que lo que pides no se te dará.

—¿Por qué no? —hace un puchero mirándome, a veces creo que tengo dos niños en vez de uno.

—Bastian, pediste cuatro niños, eso no sucederá ni en tus sueños.

—En mis sueños tenemos más.

Suelta una carcajada cuando ve mi cara, de verdad amo mucho a mi bebé, me encantaría tener otro, pero los embarazos no son lo mío, en estos momentos tengo seis meses, han pasado dos meses de la boda y mi estómago está enorme, mis pies están hinchados, mis mejillas regordetas y mi nariz está horrible, soy la hermana perdida de Fiona, el bebé no quería dejarse ver, pensé que conoceríamos su sexo el día del nacimiento, pero la doctora lo cacho en una posición así que por fin se dejó ver, aunque nosotros no lo sabemos.

—No quiero volver a ser una ballena andante.

—Eres demasiado hermosa y más embarazada, créeme amor nunca te mentiría.

—Eso lo dices porque me ves con ojos de amor.

—Lo digo porque es la verdad.

No me gusta sentirme tan sensible y voluble, suelto un suspiro cuando sus brazos rodean mi cintura acercándome a él, aunque por mi enorme barriga no podemos estar tan pegado como antes, pero a Bastian le gusta sentir al bebé, besa mi coronilla mientras acaricia mi espalda presiono mi frente en su hombro, inhalando su rico aroma, deberíamos de estar en el jardín con todos, pero tenía mucho antojo de una dona.

En unos minutos revelaré el sexo de mi bebé, le mandé la información a una chica que organiza eventos, la ansiedad me está matando por dentro, me contuve muchas veces de abrir el sobre, pero me dije a mí misma que todos vamos a conocer esa información a la misma vez, Bastian entrelaza nuestras manos antes de salir de la cocina, el jardín está decorado muy bonito, con una mesa llena de bizcocho y dulces.

Papá está jugando con Sébastien, Becca está hablando con la novia de Brandon, encontró a su alma gemela en la universidad, al principio fue algo caótico para la chica porque es un hada, ellos andan por la vida con un espíritu libre y saber que estaba unida a alguien para siempre la asustó, aunque Brandon fue paciente explicándole a detalle todo, ella se fue soltando de a poco, se nota que todavía tiene miedo, lo puedo sentir en el aire.

No hay nada que el amor verdadero pueda arreglar.

Me aclaro la garganta, llamando la atención de todos, cuándo lo hacen sonrió, me pongo en el centro para que vean con claridad lo que haré.

—Vamos a jugar un pequeño juego —Bastian arquea una de sus cejas —. Bueno, no es un juego, al frente de ustedes hay un frasco con papeles azules y rosa en forma de ropa de bebé, van a elegir uno y pondrán sus nombres. Yo cogeré el azul, pondré mi nombre y ya, a menos claro que quieran escribir algo más, es opcional.

Luna Engreída ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora