Luna Engreída ✓

⚸ | Capítulo 12

—Mami, mami.

Me despierto con la sensación de unas manitos en mi rostro, sonrió antes de abrir mis ojos, hace tres días que estoy en la casa de Bastian, desde ese momento Sébas ha entablado una rutina si se despierta primero que yo viene a la habitación y se sube a la cama, escucho su risita cuando me muevo, la habitación está a oscuras, aunque pequeños rayos del sol se cuelan por la gran ventana, comienza a brincar haciendo que las sabanas se caigan al suelo.

—Deja de brincar, te vas a caer.

Pero me ignora y lo sigue haciendo, estrujo mis ojos, la puerta del baño está cerrada, eso quiere decir que él está ahí bañándose, me estiro para coger mi teléfono y revisar la hora, van hacer las nueve de la mañana, suelto un suspiro, Sébas choca con el respaldo de la cama y comienza a llorar, lo traigo hacia mí y acaricio su cabecita donde se dio el golpe, me mira con sus ojitos llenos de lágrimas y haciendo un puchero.

—¿Ves? Eso te pasa por no hacerme caso, si te digo que no lo hagas que te vas a caer, es porque te vas a caer.

—Lo siento mami.

—¿Te duele mucho bebito? —asiente lentamente y se esconde en mi cuello.

Bastian sale del baño envuelto en una toalla y enseñándome su hermoso y tentador cuerpo, en estos momentos, estoy conteniéndome para no entrar en una crisis, demasiada tensión hay entre nosotros y no sé cómo terminará, preferiblemente en una cama quitándonos las ganas o en el suelo, no pondré objeción a eso, mi teléfono suena y es Lena, mi amiga, me apresuro a cogerlo antes de que cuelgue, tenía muchas ganas de hablar con ella y saber cómo le va. 

—Addie, me haces mucha falta, nada es igual sin ti.

—Yo también te extraño, más de lo que te imaginas.

—Me reconforta saber eso, estoy pensando hacer un viaje para Estados Unidos y es muy seguro que vaya a verte, pero estaba buscando la ubicación del lugar dónde vives y no aparece en el mapa.

—Bueno, es que —¿Cómo se lo explicó? —, es un pueblo muy pequeño perdido entre tantas ciudades, quizás por eso no aparece en el mapa, pero cuando vayas a venir, te busco en el aeropuerto.

—Está bien, no quería decírtelo, pero Oliver, me ha estado insistiendo para que le de tu número, supuestamente quiere arreglar las cosas contigo, que te ama y te extraña y sí tiene que dejarlo todo aquí para irse a vivir contigo allá lo haría.

Escucho una risa seca saliendo de los labios de Bastian, me da la espalda, puedo ver sus músculos moviéndose, Sébas juega con un mechón de mi cabello, después del golpe se ha quedado muy tranquilo, estoy buscando las palabras correctas para contarle a Lena sin necesidad de que descubra todo, es mi amiga, la quiero, pero nunca pude contarle sobre los seres sobrenaturales, papá siempre me decía que puedo entablar una amistad con los humanos, pero nunca contarle sobre nuestro mundo.