Luna Engreída ✓

⚸ | Capítulo 35

+18
Maestra pasando lista, sigan presente:

—¿Qué hacemos aquí?

Pregunto con confusión, porque estamos en el bosque, específicamente en el lugar dónde nos conocimos hace cinco meses, podría jurar que también es la misma hora de ese día, él solo se ríe y me mira a los ojos.

—Quería que estuviéramos en el lugar dónde empezó todo para que juntos tomemos la decisión de unir nuestras vidas para siempre —parpadeo lentamente y contengo la respiración cuando Bastian se arrodilla frente a mí —. Tú sabes que eres el amor de mi vida, también sabes que te amo con todo mi corazón, pero lo que no sabes es que daría mi vida por ti, que moriría y reviviría solo para estar contigo, que elegiría conocerte y tenerte siempre, me gustaría llamarte mía por siempre, me encanta ser tuyo, que todos sepan que te pertenezco, que soy tu hombre, pero anhelo casarme contigo, que unamos nuestras vidas en una sola por toda la eternidad.

» Y justo aquí, Adhara, te pido que te cases conmigo, aquí inició todo, este lugar es parte fundamental para nuestras vidas, para nuestra relación, eres la mujer que cambio todo con una simple aparición, eres la madre de mis hijos, la compañera soñada y la esposa perfecta, en tan poco tiempo hemos vivido cosas que no se borraran nunca, tenemos lindos y malos recuerdos, pero me encantaría que a partir de hoy juntos creamos nuevos recuerdos que serán inolvidables, nosotros somos el vivo ejemplo de que dos razas juntas son poderosamente invencible, que nuestro amor es irrompible y que nuestros hijos serán insuperables.

» Eres la razón de mi existencia, la dueña de mi alma, la mujer que me hace sentir pleno y con la que descubrí lo que es el amor verdadero, quiero ser tuyo en todos los aspectos.

Mis manos tiemblan, el corazón se me quiere salir del pecho, las lágrimas se deslizan por mis mejillas, una sonrisa se curvea en mis labios cuando lo veo sacar un anillo de una cajita, la respiración se me corta cuando vuelve a pedirme que me case con él, me lanzo a sus brazos besándolo sin contemplación.

—Sí, acepto casarme contigo.

—Te amo tanto, gracias por existir.

—También te amo, más de lo que he amado a alguien en mi vida.

Nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente, nunca antes me había sentido así, tan enamorada, tan feliz, ese sentimiento de plenitud, de sentirte completa es la mejor sensación del mundo, me limpia las lágrimas y besa mi nariz, hay una manta esparcida en el suelo, junto con una canasta, me saca una sonrisa ver que recreo el día en que nos conocimos, en definitiva, Bastian es el mejor hombre que he conocido en mi corta vida.

Me invita a sentarme, los rayos del sol iluminan mi rostro, el bosque se ve más brilloso, mágico, toco el pasto con mis dedos y una flor crece, no es una sorpresa para mí saber que mi magia está conectada con la naturaleza, ya que proviene de Irune, ella manipulaba la naturaleza a su antojo, lo que sí me sorprendió fue saber que mis descendientes serán protegidos por dicha naturaleza, inhalo el dulce aroma a pollo frito, mi estómago gruñe.