capítulo cinco

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—Con esa voz que tienes parece que te has fumado tres porros antes de venir —la noche apenas comenzaba y los tres ya tenían una cerveza frente a ellos, con un plato de acompañamiento colocado justo en el centro para que estuviera al alcance de todos.

—Joder, es que tengo un resfriado del carajo. Me duele hablar —lanzó una mirada asesina a Heizou, quien soltó una carcajada.

—E incluso así estás tomándote una cerveza helada. Hay que tener cojones —Aether tomó un trozo de queso y lo llevó a su boca.

—Habló, el que era capaz de tomarse dos tarrinas de helado al completo estando resfriado —había dos cosas que Heizou jamás olvidaría de su experiencia viviendo con Aether: que era un cagón y que los resfriados nunca eran un impedimento para comer y beber cosas heladas.

—Y sigo siendo capaz —lo señaló con su dedo índice.

—Ya, igual que seguirás cagando diariamente.

—Sí. Y fíjate, el otro día tuve diarrea. Cagué ocho veces —Aether podía parecer una persona seria. Sin embargo, siempre que se tocaba este tema, toda seriedad y profesionalidad desaparecía de golpe.

—Eres un puto animal —intervino Cyno—. ¿Quién coño cuenta las veces que caga?

—Pues yo —se cruzó de brazos—. Bueno, que estamos comiendo. ¿Qué tal os está tratando la vida?

—Estoy agotado emocionalmente —se apresuró a responder Heizou—. Cada día debo retener mis impulsos animales al ver a Xiao y Venti actuando como unos ositos amorosos. Y la empresa nos está presionando un montón —le dio un trago a su cerveza antes de terminar—, pero al menos la he puesto. Después de dos años de relación, la he puesto.

—¿La has puesto o te la han puesto? —preguntó el rubio.

—No te gustaría saber.

—Me da a mí que ambas —comentó Cyno. Heizou soltó una fuerte tos.

—Demasiada información.

—Está bien, ambas —acordaron sus acompañantes.

—Y bien, ¿Cyno? ¿Qué hay de ti? —Heizou intentó desviar el tema de conversación. Su amigo dejó escapar un suspiro.

—Fatal.

—No vale decir que es por el resfriado —¿Tan solo llevaba una cerveza y ya estaba borracho, o Aether era tan pesado por naturaleza?

—Qué va. Mi vida es deprimente. Aunque he conocido a un chico de la facultad de Bioquímica que me llama la atención —quiso contar uno de sus chistes malos para relajar el ambiente, sin embargo, no fue capaz de sacar nada.

De todas formas, tenían toda una noche por delante. No tenía que preocuparse por eso ahora.

—Ve soltando información —exigió Heizou. Aunque Aether también parecía interesado. Vaya, mala idea la suya.

—Pues, eso. Ya sabéis que desde hace tiempo toco la guitarra en el centro —ambos asintieron—. Pues un día lo vi entre la multitud y me llamó la atención. Entonces comencé a verlo cada día y se convirtió en mi motivo para seguir yendo.

—Aquí tenemos a Cyno... No me sé tus apellidos, así que te pondré Cebolla —Aether aclaró su garganta—. Aquí tenemos a Cyno Cebolla, un monstruo, una bestia, el protagonista de un fanfic malísimo de Wattpad, que se enamora de un ser de luz y tienen una hermosa historia de amor que lo salva de su oscuridad.

—Cyno, nuestro lobo favorito.

—Si algún día miro para abajo, será para ver cómo me la chupan —en una reunión de simios, tu única forma de sobrevivir es volverte parte de ellos. Esta era una lección que su propio padre (un gorila) le había enseñado cuando era niño.

El verde de mi primavera ♡ CynonariOn viuen les histories. Descobreix ara