capítulo trece

117 26 2
                                    

Al abrir la puerta, se encontró frente a un joven de baja estatura. Su cabello estaba recogido por una pinza, aunque había sido tan descuidado como para dejar mechones sueltos.

—¿Tighnari? —el mencionado lo observó. El terror bañaba su aturdida mirada.

—Alhaitham... Necesito ayuda. Por favor, por favor, no sé a quién más contarle esto —Tighnari se lanzó directo a los brazos de su amigo, en busca de algún apoyo. Alhaitham lo abrazó con cuidado, sin saber exactamente qué hacer o decir.

—Tighnari, primero relájate y cuéntame qué ha pasado... No me asustes de esta forma, por favor —obligó al joven a entrar en su casa y cerró la puerta tras él—. ¿Quieres algo de beber?

—No creo que mi cuerpo lo acepte. Tengo el estómago revuelto —Alhaitham lo guio hacia el salón y se sentó en el sofá junto a él.

—¿Qué ha pasado? —Tighnari desbloqueó su móvil y se lo extendió. Un número que no tenía agregado, sin foto de perfil, le había mandado varios mensajes.

*** ** ** **
Tighnari, sé que hace tiempo que no hablamos, pero lo cierto es que, a veces, hasta te echo de menos.
¿Cómo está tratando la vida a mi pequeño? No te veo especialmente infeliz; aunque la última vez que estuvimos juntos no hablaste nada, una verdadera lástima...

Apenas había leído tres mensajes y Alhaitham ya sentía la ira florecer en su pecho.

*** ** ** **
He visto que últimamente te estás viendo mucho con otros hombres.
Sabía que eras una pequeña perra necesitada, pero ¿tanto?
¿Ahora que no me tienes a mí, disfrutas follándote a cualquier otro?
Dime, ¿lloras como una putita desesperada con ellos tambien?

Tighnari
Creo haberte dicho que no quiero tener nada que ver contigo.
Déjame vivir tranquilo de una puta vez y sigue con tu triste vida de mierda.

*** ** ** **
Vamos, vamos, ¡no seas así conmigo! Sé que, en el fondo, todavía sientes algo por mí.
Aún recuerdo cómo te arrastrabas, cómo hacías todo lo posible para gustarme... Qué lástima.
Es porque fuiste tan imbécil que logré hacerme con todos esos vídeos, con todas esas imágenes con las que puedo arruinarte la vida.

Alhaitham siguió leyendo los mensajes con una expresión de ira en su rostro. Cada vez parecía más enfadado, viendo las amenazas que Tighnari estaba recibiendo, los insultos a su persona, a su físico. Incluso había mencionado a alguien que había visto recientemente junto a Tighnari, un "negro de mierda", tal y como él mismo lo había designado.

—Como ves, quiere hablar conmigo en persona y no me da opción a negarme. No sé qué hacer... De verdad que no quiero verlo —Tighnari había comenzado a llorar. Alhaitham le devolvió su móvil, sopesando todas las opciones que tenían.

—Acepta. Pero con la condición de que YO iré contigo —Kaveh entró en el salón y tomó asiento entre ambos, arrebatándole el móvil a su amigo y viendo la conversación que había mantenido con su exnovio—. Como se le ocurra ponerte una sola mano encima, no va a salir con vida.

—No, si alguien debe ir soy yo. No te metas en más problemas, Kaveh —el rubio negó con su cabeza.

—No te preocupes, Haitham. Eres tú el que no debería buscarse problemas. Yo estoy acostumbrado a estas cosas —le acarició el rostro con su mano derecha. No permitiría que su novio, alguien con el historial supuestamente limpio, se metiese en un lío que él mismo podía solucionar.

Tighnari permaneció en silencio mientras intentaba controlar sus emociones. No podía simplemente negarse, esto era algo que era incapaz de manejar por su cuenta.

El verde de mi primavera ♡ CynonariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora