capítulo once

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El interior de la habitación era cálida. En su interior había tres personas, situadas sobre la misma cama, sentadas una frente a la otra, con las piernas cruzadas. Una tenue luz iluminaba aquel oscuro lugar, y la música que brotaba del altavoz opacaba el sonido de sus tranquilas respiraciones.

—Básicamente, Cyno está pillado por Tighnari y sigue con las negaciones —quiso concluir Nilou de una buena vez, tras cerca de media hora de explicaciones y enredos. Collei afirmó sus palabras con entusiasmo, ignorando deliberadamente las quejas de Cyno.

—¡No, no! ¡Os juro que de momento no más que una sospecha! Sé que quiero conocerlo más, pero no me atrevo a decir que esté pillado. Simplemente me atrae —intentó defenderse (en vano) el único hombre de la habitación.

—Está fingiendo que tantea, pero todos lo sabemos —le susurró la pelirroja a Collei, ocultándose la boca con la mano.

—¡Oye, oye! ¡Ya basta con eso de hablar solo de mí! ¿Y qué hay de vosotras?

—A Collei le gusta Fischl.

Hubo un silencio que ninguno supo si clasificar como incómodo o simplemente extraño. Cyno observaba a Collei, quien quiso esconderse tras la mujer que acababa de sacar a la luz uno de sus mayores secretos.

—¿Esa que está en filología hispánica y siempre va vestida como la protagonista de un libro de fantasía? —su mejor amiga asintió lentamente, como si temiera ser criticada por él—. ¿Por qué tanto miedo, coño? Ni que mi opinión sea importante. Si te gusta, te gusta y punto.

—Ya, pero incluso a ella le cuesta aceptarlo.

—Sé que ya tengo cierta edad, pero en el fondo siento que todavía no es mi momento para empezar una relación. No me veo capaz de mantenerla, y me da miedo hablarlo con Tighnari.

Cada persona es un mundo distinto. Eso era algo que Cyno había comprendido con el paso del tiempo, gracias a sus amistades, a su familia, y gracias a todas esas personas que había conocido, tan distintas las unas de las otras, con ideologías opuestas, con diferentes formas de percibir el mundo y de relacionarse con él.

Tal vez fue ese el motivo por el que no le resultó realmente difícil comprender ese miedo que su mejor amiga llevaba años acarreando (porque sí, algo así a esa edad implicaba muchos años de lucha interna e intentos por superarlo).

—Comprendo que te dé miedo, pero, ¿por qué no intentas hablarlo con Tighnari? Tal vez te ayude, al menos, a sentirte un poco más cómoda al respecto

Tal vez podría resultar incómodo porque ella veía a su hermano como una figura relevante en su vida, alguien a quien admiraba, y temía su rechazo. El rechazo de alguien a quien admiras puede llegar a ser más doloroso que un amor no correspondido. Sin embargo, Tighnari tenía derecho a saberlo y a no ser temido.

—¿Y cómo se lo digo? Además, precisamente a él, que tan mal lo ha pasado. Tengo miedo de que no considere a Fischl adecuada.

—Ya sabes que tu hermano no es así. Confía en él, Collei —Nilou palmeó su espalda con cariño. La joven dejó escapar un suspiro, pero no dio respuesta alguna.

Sus sentimientos no eran su tema de conversación favorito, si debía ser honesta. No obstante, junto a estas dos personas, la situación parecía cambiar.

—Cambiando de tema, ¿qué os parece si este verano hacemos una escapada? O cualquier mierda de esas, que me da que los tres necesitamos un descanso —sugirió Cyno, queriendo dejar tranquila a su incómoda mejor amiga.

—¡Ah, cierto! Este verano iremos a un chalé que nuestro padre ha alquilado algo lejos de aquí. ¿Qué os parece si venís? Ha dicho que puedo llevar a quien quiera.

El verde de mi primavera ♡ CynonariOnde as histórias ganham vida. Descobre agora