capítulo veintiocho

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—Oye, ¿queréis una magdalena?

—Lo primero que se hace al llegar a un lugar es saludar, Kaveh. Y no está mal una presentación, tampoco —Tighnari entornó los ojos y observó con desdén a su amigo. Sabía cómo era, pero de vez en cuando no estaba mal...

—¡Yo sí quiero! Gracias~ —Cyno aceptó la magdalena con una sonrisa enorme en su rostro.

—¿Ves? Él me entiende.

—Veo que es igual de tonto que tú —murmuró el estudiante de bioquímica, algo decepcionado—. Menos mal que Alhaitham también viene contigo.

—Ya sé que quieres más a mi novio que a mí. No hace falta que me lo repitas —Kaveh tomó otra magdalena y le dio un mordisco.

—Kaveh, te he dicho que solo una. Me da que llevan algo raro —Alhaitham apareció tras él y le dio un empujón para forzarlo a entrar al enorme jardín que había alrededor del edificio—. Qué lugar más bonito.

—Sí. Es una lástima que solo nos quede una semana —respondió Tighnari. La sonrisa que tenía en su rostro, una que no transmitía mucha felicidad, daba a entender que realmente quería pasar más tiempo allí.

—Cyno, es un placer haberte visto en persona por primera vez, pero me temo que —Alhaitham sujetó el brazo de su amigo y les dedicó una rápida mirada a los otros dos— tengo que hablar con Tighnari en privado.

—Ah —Cyno sintió algo hervir en su interior—. No te preocupes. Me quedaré con Kaveh.

El hombre se marchó sin molestarse en hablar una vez más, dejando a su novio junto al amigo de Tighnari.

—Amigoo, que es mi novio. Controla los celos —el rostro de Cyno enrojeció.

—¿Tanto se me ha notado? —quiso saber. El rubio soltó una carcajada y palmeó su espalda.

—Un poco. Pero no te preocupes, que es normal. Yo también me sentía algo celoso al principio. Alhaitham y él parecían demasiado unidos para mi gusto —Kaveh se encogió de hombros—. Y es verdad. Son muy unidos. Pero no hay nada entre ellos.

—¿Desde cuándo se conocen?

—Son amigos de la infancia —respondió.

Al ver la expresión del joven, Kaveh lo sujetó por los hombros y lo condujo hacia las sillas de piedra que había cerca de la entrada. Ya que su novio estaba hablando con Tighnari, él debía aprovechar para charlar con Cyno.

—Te he notado decepcionado al decir que tan solo os quedaba una semana aquí. ¿Qué tal has pasado estas tres semanas? —preguntó Alhaitham cuando estuvieron lo suficientemente lejos de los otros dos.

—La verdad es que muy bien. Nilou es increíble y me encanta hablar con ella. Y Cyno es una compañía más agradable de lo que había imaginado —Tighnari sonrió—. Además, he conocido a un par de personas muy agradables por la zona —su mejor amigo entornó los ojos.

—Tighnari, ¿te gusta Cyno?

—¿Qué? —Tighnari frunció el ceño.

—Pues eso. Que si te gusta Cyno.

—¿Gustar en qué sentido?

—Pues, ¿en cuál va a ser?

—¿Romántico?

—Romántico.

—Qué va. Apenas nos conocemos. Simplemente creo que es un buen chico y podríamos ser buenos amigos —respondió, todavía con una sonrisa en su rostro. Estas tres semanas que habían pasado juntos le habían servido para comprender que necesitaba un ambiente nuevo, amistades distintas. Y Cyno era el candidato perfecto.

El verde de mi primavera ♡ CynonariWhere stories live. Discover now