capítulo veintisiete

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Me apena algo saber que no voy a poder hacer nada especial por el cumpleaños de Tighnari. La historia tiene su orden cronológico, y el capítulo de su cumpleaños es algo más adelante :(

—Cyno, tenías algo que darme —mencionó Tighnari mientras pasaba una toalla por su cabello mojado. Ya era bastante tarde y todos habían decidido que era momento de regresar al interior y darse una buena ducha.

Sin embargo, antes de entrar, tanto Tighnari como Cyno pensaron que sería una buena idea pasar un rato sentados en las butacas, comiendo y charlando sobre cualquier tema que surgiera.

—¡Tienes razón! En cuanto me duche te lo daré.

—¿Te ducharás después de mí? —Cyno asintió con su cabeza.

—Puedes ir primero sin problema.

De repente surgió el silencio. Ambos sabían que las palabras no eran necesarias en ese preciso instante y ambos gozaban de la compañía ajena. Aunque había unas palabras que Tighnari deseaba decir. Y este silencio solo le pavimentó el camino para decirlas.

—Por cierto, muchas gracias por lo del otro día —el contrario giró la cabeza para poder verlo, confundido—. Si no me hubieras hablado, probablemente hubiera sido más difícil para mí acostumbrarme. Creo que me atreví porque la persona que más miedo me daba me transmitió confianza.

—Así que yo era el principal problema —murmuró Cyno. El rostro de Tighnari enrojeció e intentó aclarar la situación lo más rápido posible.

—¡No, no! Es solo que... Después de todo, tengo menos problemas con las mujeres. Me siento más seguro con ellas que con cualquier hombre. Y por eso, no me sentía especialmente cómodo contigo —Cyno estiró su mano para poder apoyarla en el hombro de Tighnari.

—No hace falta que te disculpes. Lo comprendo —Tighnari sonrió y apoyó su mano sobre la de Cyno—. Y, me alegra saber que fui de ayuda. No quería que te sintieras incómodo por mi culpa.

El estudiante de bioquímica asintió, sin saber exactamente qué decir. ¿Tal vez no era necesaria una respuesta?

Cyno alejó su mano del hombro de Tighnari y estiró sus brazos, intentando ocultar la repentina vergüenza que había surgido al ser consciente de sus propias acciones. Tal vez debía restringirse un poco el contacto físico.

—Eres mucho más agradable de lo que había pensado —Tighnari se tumbó sobre la butaca, sintiendo su pelo empapado enfriar su cabeza. Se sentía bastante cómodo.

—Y mis chistes seguro que son mejores de lo que habías imaginado.

—No te hagas ilusiones —Cyno soltó una carcajada y aprovechó para tumbarse también.

Las estrellas eran hermosos puntos brillantes en la oscura bóveda nocturna. La luna era elegante, diosa de la noche y consciente de su posición. Era un panorama digno de ser visto, y sin embargo, Cyno prefirió girar la cabeza para contemplar en silencio a la persona que tenía a su lado.

El verde nunca fue un color importante para él. Pero un día, de repente, se convirtió en su color favorito.

—Voy a darme una ducha. ¿Necesitas entrar para algo antes? —habló Tighnari tras un rato en silencio.

El verde de mi primavera ♡ CynonariKde žijí příběhy. Začni objevovat