Capítulo 6

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Taehyung no podía dejar de pensar en lo que su profesor le dijo

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Taehyung no podía dejar de pensar en lo que su profesor le dijo. Él había pensado en la vida como un tecnicismo, acciones que conllevan a reacciones y así sucesivamente, además de algunas hormonas entrando en la ecuación. Por lo que llegar a casa y ver a su madre, comiéndose a una chica en su sofá, no le cae en gracia.

Se quedó pasmado viendo la escena. En realidad, no era nada del otro mundo, hasta llegó a enternecerle. Se besaban de manera lenta, tranquila, acariciando las mejillas contrarias. Su madre parecía en las nubes.

Carraspeó para llamar su atención. Ambas mujeres voltearon a verlo sorprendidas, alejándose.

—¡Hijo!—se levantó del sofá para acercarse—Llegas temprano—rascó su nuca con nerviosismo. No esperaba que su hijo la encontrara se esa manera. ¿Que ejemplo le daba?

—Digo lo mismo de ti, Eunjin.

—Si..mhm, Ella es Hana—presentó a la otra mujer. Hana se acercó lentamente haciendo una reverencia, que Taehyung imitó.

—Un gusto conocerte—le sonrió. La chica le había caído bien, y pensaba qué tal vez su madre también merecía ser feliz y dejar de llorar por él cualquiera que los dejó hace años—Bueno, creo que me iré retirando. Nos vemos Eunjin—se fue dejando un casto beso en los labios de su madre.

Cuando la puerta de la entrada se cerró se formó un incómodo silencio. Eunjin no quería hablar, y Taehyung realmente no se atrevía a preguntar. Su madre no había estado en una relación desde su padre, todo el asunto era nuevo para él. No quería preguntar, pero como dicen, la curiosidad mató al gato, y vaya que lo hizo.

—¿Es tu novia?

—¡Dios! no.

—Entonces...¿Desde hace cuanto se ven?

—Digamos que la conocí en un restaurante—Taehyung sonrió, aunque Eunjin bajó la cabeza, apenada—Ayer.

Se le fueron todos los colores. ¿Había dicho ayer?

—¿Qué? ¿Acaso se te safó un tornillo? Como la traes a casa así como así—estaba realmente indignado. Como pudo ser tan irresponsable, no la conocía de nada, se había puesto en riesgo. Realmente no lo entendía.

—No me hables así. Soy tú madre—reprochó severa.

—Lo siento. Pero es que ha sido una irresponsabilidad. ¿Que si era una mala persona? Has puesto en riesgo tu seguridad y la mía.

Y es que realmente se preocupaba, no solo por tu integridad, sino también por la de su madre. Los romances que comenzaban así, generalmente no terminaban bien. A veces ni siquiera pasaban de una noche. Y no es que lo hubiera experimentado, pero por sentido común, esas no eran bases para una relación, fuera de lo sexual.

—Se que ha sido una estupidez, pero me dejé llevar. Sentí un click, uno que solo sentí con tu padre.

—Ahí como que te falló el radar—ambos rieron, aligerando el ambiente. No quería pelear por una estupidez. Seguramente su madre no volvería a verla, no quería hacer de eso un problema.

Cuando estuvieron más calmados, se sentaron en el sofá, sabiendo que la charla no había terminado, pero al menos ahora hablarían de manera pacífica.

—Sentí que era la indicada.

—¡Pero si la conoces de un día!

Realmente no se explicaba cómo eso siquiera era posible. No es como si tuviéramos bolas de cristal que nos enseñen el futuro, y poder hablar con tanto seguridad. Taehyung se sentía realmente confundido.

—Ya, pero lo sentí. ¿Nunca te ha pasado que un beso te lo dice todo? Sentir que el aire no se te acaba, pero a la vez sentir un escozor en la garganta, que las piernas te tiemblen y sientas que tienes que aferrarte a algo para no caer. Que sientes una plenitud asombrosa, el libido elevandose y creando esas mariposas en el estómago.

—A eso se le llama liberar dopamina, que te hace sentir excitada, la epinefrina que aumenta la frecuencia cardíaca y la oxitocina que genera el sentimiento del juntos por siempre. Solo es un jugo de hormonas en tu cuerpo. Además es raro que lo describas tan textualmente romántico, cuando es lo más técnico que existe.

Eunjin suspiró y negó con la cabeza. Su hijo necesitaba enamorarse.

—No lo entenderías, pero pronto lo harás y verás que las hormonas no son lo único en juego.

Pero cierto chico estaba reacio. Los sentimientos no aparecían de la noche a la mañana, y menos con un simple beso. Con Jimin no había sido así, todo un proceso conllevó a la conclusión de qué tal vez estaba enamorado de su amigo.

No podía ser diferente con el mundo a su alrededor.

Pequeño DesastreWhere stories live. Discover now