Capítulo 13

1.2K 112 3
                                    

Unas pequeñas lamidas perturbaron su sueño

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Unas pequeñas lamidas perturbaron su sueño. La pequeña lengua áspera se sentía por todo su rostro, haciéndole cosquillas. Abrió sus ojos con algo de dificultad por la baba que el pequeño cachorro, quien al verlo despierto, ladeó su cabecita, esperando por mimos.

—Ven aquí—palmeó sus muslos para que Yeontan pudiera entenderlo. No esperó más cuando lo tuvo en su regazo, restregando sus orejas y jugando con sus patitas.

—Eres tan lindo. Si pudiera te llevaba a casa, aunque Namjoon hyung me mataría.

Dejó al cachorro en el suelo, y esté salió del cuarto que no sabía por qué estaba abierto, debió haber sido su primo.

Salió de la cama para tomar una rápida ducha y ponerse algo de ropa abrigada para salir. Tenía que ir a comprar los obsequios que le faltaban, y ver si a Namjoon se le ofrecía algo, después de todo tenía que ser un buen huésped.

Bajó hasta la sala de estar, donde estaba su primo con una taza de café y leyendo el periódico. ¿Quien lo leía en estos tiempos?. Aunque no le cuestionó nada.

—Namjoon hyung—le llamó, su primo le sonrió, deseándole los buenos días y preguntándole cómo pasó la noche. Había dormido genial, a pesar de la bola de pelos que lo hizo levantar una hora más temprano.

—Voy a salir. Iré a comprar las últimas cosas que necesito para hoy.

—¿Un regalo para Seokjin? Lo olvidas como cada año.

—Ya es una tradición. Aunque siempre se lleva el regalo con más presupuesto. También compraré una caja de chocolates para su hermano.

—Vaya que si. Mi bebé tiene gustos especiales. Vuelve temprano, así me ayudas a decorar la mesa. Seokjin traerá la comida de su casa, pero lo haremos aquí porque es más grande.

—Claro. Vuelvo pronto. Con un GPS se llega a cualquier lado.

Salió de la casa para tomar un taxi a el centro comercial más cercano en el mapa. Así saldría más económico que ir al que siempre va.

El recorrido no fue de más de 15 minutos cuando el coche se estacionó frente al centro comercial. Parecía el doble de grande al que frecuentaba. Bajó, pagando la carrera y dándole las gracias al conductor.

Cuando se adentró las tiendas le bombardearon. Había olvidado un poco el obsequio de Seokjin, y se dedicó a ver lo había, emocionándose, sin recordar el bajo presupuesto que traía, únicamente para los obsequios y el taxi de regreso.

Iba pasando por Louis Vuitton cuando una mano le jaló con algo de brusquedad.

Era un chico de más o menos su edad. De rasgos nada intimidantes, más bien tiernos, pelirrojo. Se le veía algo desesperado en su expresión. Alzó una ceja, dándole a entender que era lo que pretendía, soltándose del agarre del extraño.

—Ayúdame. Mi ex novia está persiguiéndome, desde hace cuatro cuadras, entré aquí, pero la vi entrar detrás de mi—el extraño pelirrojo lo miró con ojos de perro angustiado. Había dado en el clavo con Taehyung, ahora no podría decir que no—Finge que vienes conmigo. Le he dicho que tengo una nueva pareja, pero no me ha creído. Ayúdame, por favor—detrás pudo ver a una chica, que se había quedando estática, viendo en esa dirección.

—Bien. Rodéame con tu brazo por los hombros. Y empezaremos a caminar.

El chico aceptó la petición. Empezaron a caminar por un par de tiendas, aunque el rubio volteaba a ver de vez en cuando, viendo a la chica aún detrás de ellos, sin quitarles los ojos en ningún momento.

—Tu novia sigue detrás de nosotros—le dijo al pelirrojo, este ni siquiera volteó. Sabía que ella estaba ahí.

—En la siguiente vuelta hay unos baños. Podríamos entrar ahí, para al menos perderla un rato.

—No. Te estará esperando a fuera de todos modos. Es mejor darle algo que la aleje definitivamente. Sígueme la corriente.

Taehyung se detuvo en un pequeño pasillo, que parecía ser de mantenimiento. Estaba oscuro y desolado. Jaló al otro chico y se quedaron ahí.

Discretamente, volteó y vio a la misma chica de pie, fuera del pasillo. Al cerciorarse que les estaba viendo, puso sus brazos al rededor del cuello del chico.

—Tómame de la cintura y acércate un poco, como si fueras a besarme—le susurró lo suficientemente bajo para que la chica no pudiera escuchar.

El pelirrojo lo hizo, con el mayor de los respetos, sin realmente presionar sus manos en la ropa del rubio. Se acercó a su rostro hasta que sus narices se rozaron.

—¿Así está bien?—susurró, casi contra sus labios. Estaban muy cerca, logró sentir el aliento mentolado del extraño.

Y lo pudo recordar. Había olvidado su proyecto, y esta era una gran oportunidad. El chico podría ser su sujeto #2. No podría preguntarle realmente, su novia les seguía viendo, así que lo tomó como excusa.

—Aún no se va. Tendremos que darle algo que ver—el pelirrojo sonrió, sabiendo a lo que se refería.

Se elevó un poco más en sus puntas para llegar los labios del chico. Apenas los tenía presionados. El pelirrojo se despabiló, ahora tomando con un poco más de predicción la cintura del rubio. Entreabrió sus labios, para moverlos a un ritmo lento, casi perezoso, sin demasiada saliva de por medio.

No iba a mentir. El beso era bueno, y el piercing que el chico tenía en el labio inferior lo hacía mejor, el cual no había notado antes. No entendió la ciencia de eso, pero al parecer el pedazo de metal lo hacía diferente, más sensual podría decirse.

Cuando se separó las mejillas del extraño estaban a explotar. Ahora que lo veía bien, el chico no era oriental, y tenía los brazos llenos de tatuajes. Era muy guapo.

Volteó a ver y la chica ya no estaba. Al parecer si se la había creído.

—Tu ex se ha ido.

Suspiró aliviado—No pareces de por aquí ¿De donde eres?

—Soy inglés. Halifax, Reino Unido—sonrió—Gracias por ayudarme, me ha estado siguiendo desde hace días. En serio gracias.

—No hay de que.

Y se marchó. Tenía que seguir haciendo sus compras.

Sujeto #2–Listo.

Solo uno más.

———————————————————————————
El chico era Ed Sheeran.

Y no se porqué cuando lo escribí, me imaginé a la chica como Taylor por el video de Everything has Changed.

Lo siento, reina.

Pequeño DesastreWhere stories live. Discover now