Pequeño Desastre

Capítulo 10

Las épocas decembrinas habían llegado. Los aparadores de las tiendas se decoraban con hermosas guirnaldas y villancicos, y las cafeterías destilaban el aroma a chocolate caliente y galletas de mantequilla.

Era la época favorita de Taehyung, decía que era porque la gente se volvía más buena. En su infancia, en esta misma época, las burlas se detenían, dándole un poco de paz. Parecía que la navidad ablandaba las almas y las volvía más caritativas.

Miles de donaciones a orfanatos, asilos y hospitales. Los que antes gritaban ahora solo sonríen, mientras que la mayor parte del año, estas obras brillaban por su ausencia. Sonaba algo hipócrita, si, pero al menos le daba la ilusión de un mundo diferente al que conocía.

Pero lo que más le emocionaba de la época, eran los obsequios. Gracias dio al universo nacer en vísperas de año nuevo, ya que eso significaba doble regalo. Por lo que al empezar el mes, ansiaba empezar a buscar algo que regalar a su madre, Jimin, Yoongi y su primo Namjoon, quien era un doctor recién graduado. Aunque este año iba a agregar a una persona más a la lista.

—Vamos, anciano, camina—jalaba Yoongi por el centro comercial. Este le había llamado por la mañana diciéndole que le ayudara a buscar un regalo para Jimin, Taehyung había aceptado gustoso. Pero al parecer se había arrepentido, no recordaba la intensidad de su amigo por las fiestas.

—Odio el frío. No debí salir de casa—hizo un mojin, haciendo berrinche. Había sido una mala idea.

—Ya—le dió un codazo en la barriga—Pareces un gatito enojado.

—Gatitos en mis calzones.

Entraron a muchas tiendas antes de terminar en una tienda de lencería, que al parecer era Victoria Secret. Los chicos se veían algo confundidos viendo los aparadores. A ninguno le iban las chicas, pero Yoongi solo podía imaginar a su novio con una de esas, se le hizo agua la boca de pensarlo. Mientras Taehyung analizaba cómo eso no se les hacía incómodo a las chicas, en su opinión los bóxers se veían más cómodos.

—Le llevaré una de esas a Jimin—señaló unas negras de encaje.

Taehyung trató de hacerse la imagen metal, más no pudo. Jimin era una mezcla de masculino, pero a la vez sensual, manejaba una versatilidad que no cualquiera podría siquiera entender. Pero no creía que le fueran las bragas, o si lo pensaba un poco, tal vez si.

—Creo que antes de ponérselas, te dejaría primero—Yoongi rió, aunque le hacía algo de ilusión.

—Tal vez a él no, pero a ti si—Tae negó con la cabeza, para después ver espantado toda la variedadad—Venga, se ve que si.

—No, tú estás loco.

—Vamos, te reto. Cómprate unas.

—Ni en mil años.

—Hagamos esto— lle miró inquisitivo. No le gustaba nada la mirada de su amigo—Pondré a Jimin al teléfono, elegirá si o no, él decidirá. Si dice que si, te las compró yo y te invito a un chocolate caliente. ¿Qué dices?