Capítulo 20

1.1K 109 3
                                    

Durante toda presentación, el pelinegro solo podía pensar en el rubio que estaría esperando por él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Durante toda presentación, el pelinegro solo podía pensar en el rubio que estaría esperando por él. ¿Qué iban a hablar? Ni el mismo lo sabía. Tal vez pediría disculpas por su actitud, porque a la larga había sido irresponsable e irrespetuosa.

Logró divisar a sus amigos en el público, así que supuso que Taehyung venia con ellos. Se recordó hablar con ellos por haberlo dejado solo.

Sintió la música, funcionando como un antídoto para su cabeza revuelta y confusa. Había besado a Taehyung ¿Se arrepentía? Realmente no, aunque habría deseado que fuera mutuo. Pero sabía de antemano que no estaba ni cerca de eso.

Cuando Jungkook regresó al backstage, encontró a Taehyung acostado en el sofá, silbando al aire. Cuando el rubio lo vió, se sentó para darle espacio en el pequeño sillón.

—Cantas muy bien—comentó ido el rubio. Apenas había podido oírle, sin prestarle atención a la canción, solo a su voz.

—Gracias—suspiró e hizo que el rubio le mirará—Quiero disculparme, lo que hice fue un atrevimiento de mi parte, espero aceptes mis disculpas.

El rubio rió—No necesitas disculparte. Yo lo permití, y mi palabra también vale. Además, no volverá a pasar, tranquilo.

—Si...—apartó la mirada. Como había previsto, a Taehyung no parecía importarle, y no lo culpaba realmente. Pero no por eso dejaba de doler la ilusión de algo que jamás pasaría.

—Solo fue un desliz, tanto suyo como mío. No significó nada de mi parte. No se martirice tanto, lo olvidare si quiere.

Ya me quedó claro, Taehyung—pensó.

—Si, claro—intentó con toda su fuerza no virar los ojos—Ahora puedes hacerme el favor de salir, mi amigo vendrá pronto y no me gustaría que te encuentre aquí.

Aunque fue algo tarde. Un pelirrojo ya había entrado por la puerta.

—¡Kookie!—vociferó emocionado, aunque frunció el ceño cuando vio a un rubio invadir su sofá—¿Quien es este?

—No es nadie, ya se iba—tomó a Taehyung del brazo para llevarlo a la puerta y hacer que saliera.

Volvió encontrando a su amigo, Hoseok en el mismo sofá que hace minutos el rubio silbaba esperándolo.

Se sentó en una de las sillas de los tocadores, justo en frente de su amigo, que le veía con una sonrisa completa, subiendo y bajando repetidamente las cejas, como queriendo sacarle la información completa.

—¿Quién era?

—Era el chico del que te conté.

—¿El tal Taehyung?

Jungkook asintió, suspirando. Los hechos pasados le habían caído en el hígado, y no es que no los esperara, claro que si. Pero siempre guardaba una pequeña esperanza. Y saber que era tan importante para el rubio como un saco de patatas, venga que le caía como balde de agua fría

Pequeño DesastreWhere stories live. Discover now