Capítulo 16

1.1K 120 16
                                    

Se podría decir que no todo había sido tan incómodo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se podría decir que no todo había sido tan incómodo.

Luego de tal suceso, todo transcurrió en su curso normal. Taehyung terminó bajando de su habitación, justificando que le apetecía tomar una ducha antes de comer.

Desayunaron hot cakes que Jungkook y Seokjin prepararon y que Jisoo se encargó de decorar con miel y algunas frutas que encontraron en la desolada nevera.

—Te escuché salir en la mañana—comentó Namjoon en dirección a Jungkook, mientras se metía un pedazo de hot cake a la boca.

—Oh si. Tuve que ir a casa.

—¿A qué?—fue ahora Seokjin quien preguntó, viéndose realmente interesado, ya que no apartó la mirada.

—Olvidé...—pensó. No tenía excusa preparada, y realmente no sabía si tenía que poner una. Pero cuando vio como Taehyung lo miraba desde su asiento supo qué tal vez si necesitaría una—Mis pastillas p-para l-las alergias.

Namjoon asintió, aunque Seokjin no pareció convencido del todo. Si tenía pastillas por las alergias, pero no las tomaba seguido, quizá una vez al año. Sabía que ahora tendría otra plática con su hyung al llegar a casa.

Cuando por fin terminaron, Namjoon se puso de pie, fingiendo emoción un poco de más por Jisoo.

—¡¿Quién quiere abrir obsequios?!

Jisoo corrió al árbol de navidad, dónde estaban todos los obsequios. Sus ojitos se iluminaron viendo todos los papeles de regalo que envolvían las cajas. Chilló emocionada, apresurando a los demás para que pudieran comenzar.

—¡Yo primero!

El primero en levantarse fue Seokjin, entregándole a la niña una caja. Contenía unos muñecos de plaza sésamo, caricatura con la que parecía obsesionada últimamente. Seguidamente, fue Jungkook sacando detrás del árbol, una caja tan grande como el tamaño de Jisoo. Era una patineta Scooter, aunque aún no estaba armada. Jisoo tendría que esperar a que sus padres volvieran de viaje, aunque sabía que terminaría pidiéndole ayuda a su tío, porque no podría esperar. El último fue Namjoon, quien le dió un juego de herramientas para jugar.

Jisoo abrazó a todos, incluyendo a Taehyung, que por obvias razones no le regaló nada. Aunque este se hizo la nota mental de mandarle algo con Seokjin más adelante.

—Supongo que nos vamos por edad. Así que sigue TaeTae.

Namjoon le regaló un día de aguas termales, hidromasaje y spa. Seokjin, el juego de probetas y goteros de todos los años, ya era una tradición. Jungkook el hermoso collar, que ya traía colgado de su cuello, tocándolo simbólicamente mirando al peli negro, agradeciéndole por el gesto, sin realmente hablar.

Agradeció a sus hyung por tales atenciones con el, prometiendo usar de la mejor manera sus obsequios.

—Hay uno más para ti—Namjoon le tendió una caja, considerablemente grande—Llegó ayer. Es de parte de tú madre. Me dijo que te la diera cuando estuviéramos todos presentes, así que puedes abrirla, yo también me muero de curiosidad.

Pequeño DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora