Final

1.1K 81 6
                                    

¿Se podía sentir más feliz que ahora?

Taehyung creía que no, porque todo ahora es jodidamente perfecto a sus ojos.

Tiene un gran novio y un estupendo y divertido hijo adoptivo, como solía llamar al mocoso, ya que a este no parecía disgustarle.

Habían empezado su noviazgo hace más o menos un año y medio, y no podía pedir una mejor perspectiva, todo había sido tan plácido y perfecto. No intentaron forzar nada, ni siquiera que Soobin viera a Taehyung como la pareja de su padre, por el contrario, este parecía en demasía complacido. Eso había quitado un gran peso de sus hombros, la opinión de él era la más importante para la pareja.

Ahora se encontraban rumbo a una reunión familiar. Se había elegido una localización en el campo, por lo cual el camino era algo largo, pero ninguno en el auto se quejaba, estaban muy emocionados, incluso Soobin.

—¿Ya vamos a llegar?—preguntó algo ansioso el pequeño.

—Ya casi, cariño, solo quedan algunos kilómetros—respondió Jungkook.

—Estoy muy emocionado por ver a la bebé del tío Jimin y el tío gatito—chilló emocionado.

—No le digas así al tío Yoongi, mocoso.

—Tú le dices cara de mandarina.

—Pero yo si puedo—le sacó la lengua juguetón, el menor imitándolo.

Jungkook rió mientras seguía conduciendo. Era tan feliz con sus dos amores.

De pronto ya estaban estacionando en aquel restaurante pintoresco, iluminado por pequeños focos de luces. Justo a su lado, se iban estacionando Namjoon con Seokjin, por lo que Soobin chilló y salió del carro para ir donde sus tíos a saludarlos, tirandose a los brazos de Seokjin. No lo admitía, pero todos sabían que era su tío favorito.

Los mayores se quedaron dentro del auto, solo observando a su retoño con una sonrisa.

—Este lugar es tan hermoso...

—No más que tú, precioso.

Lo miró, y sonrió.

—Tu me haces competencia.

—Nadie se compara contigo, mi amor.

Tomó sus mejillas abultándolas un poco, y dejando un pequeño pico en sus labiecitos.

—Te amo tanto, pequeño.

—Te amo más, Kookie.

Se separaron por un golpecito en la ventana.

—Dejen de hacer show y bajen del auto—exclamó Seokjin con una indignación fingida.

Ambos bajaron del auto, divertidos, y gustosos de reunirse con el resto de sus amigos, que aguardaban esperándolos. Hoy sería una completa reunión familiar. Estarían todos sus amigos y una invitada especial.

Se adentraron al restaurante, que su fachada lo adornaba con una enorme cabaña de campo. Estaba vacío, parecía reservado solo para ellos, cosa que era así, pero solo algunos lo sabían. Hoy sería una gran noche.

Rápidamente ubicaron a sus amigos en una mesa larga, con nueve sillas a su alrededor.

Jimin y Yoongi. La feliz pareja casada, con una nena en brazos. No podía creerlo. Ellos habían crecido tanto como pareja. Todos estaban tan orgullosos, después de todo lo que tuvieron que pasar, habían logrado salir adelante. Yoongi había vencido al cancer. En su primer año de universidad le habían detectado leucemia. Su mundo cayó a pedazos ese día, y por ende, el de su gran amor. Pero ahora todo estaba bien, hacía ya tres años que pudieron dejar los hospitales.

Pequeño DesastreWhere stories live. Discover now