64. Accidente

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CALLE.

Llegó Mónica y le dije que por ningún motivo dejara entrar a nadie más, que no fuera poché o yo a su oficina, entre y cerré las grandes cortinas que tenía poché en la oficina, me asegure que nadie pueda vernos desde afuera y me senté en el amplio sofá que tiene aquí, se estaba tardando y la verdad me estaba desesperando un poco, así que me asome a ver por las cortinas y estaba ella frente a Mónica viendo los cafés. Veía que tenía cara triste pero una sonrisa se formó en su rostro cuando leyó la nota, mi furia cada vez crecía más y estaba rogando porque ese estúpido hombre no se apareciera, firmó unos papeles y tomó el café y se dirigió para la oficina.
Cuando entró yo estaba esperando cerca de la puerta y cuando entró pase mis brazos alrededor de sus hombros y cerré la puerta con mi pie.

Poché: ¡¡ay carajo!!

Calle: shh no te asustes... solo soy yo... tu esposa.

La tenía inmovilizada y solo pasaba mis labios por su oído y le estaba dando besos húmedo a su cuello, espesificamente en donde tiene su tatuaje que dice LA LUNA, tome el café y lo tire en el cesto de basura que están ahí.

Poché: que ahh... que haces... aquí.

Comence a quitarle su blazer y pasaba mis manos descaradamente por todo su torso, cuando toque unos de los botones de su blusa, solo de un tiro todos cayeron al suelo, no me importo pues sabía que ella tenía ropa de repuesto por su algún accidente susedia antes de una junta, me preguntó si ya habrá utilizado alguna vez esas prendas por derramarse el café que le trae el tipo ese.

Calle: que, ahora no te puedo visitar?

Le quite el sostén y sus pechos quedaron al aire libre, cada mano la pose en los pechos de poché, sus pezones estaban muy duros y por un rato jugue con ellos.

Poché: ahh que ricooo... Mmm carajo... Calleee.

Aún estaba dándome la espalda por eso pude sentir como comenzaba a rozar su trasero en mi centro.

Calle: mmm más rico... lo que te haré... gritaras mi nombre hasta... Ahh quedarte sin tu preciosa voz.

Poché: noo sueltame... ahh... Ahora mismooo...

No le hice caso y puse mas fuerza cuando se quería soltar, camine con ella y en un hábil movimiento tome su blazer y le amarre las manos, la incline en su escritorio y la imagen me prendió mas, pose una de mis manos en su maravillosa espalda y con la otra desabroche su pantalón y de un tiron cayo al suelo junto con sus bragas.

Calle: no, trates... de soltarte ahh o te va peor... ahh si que ricoo.

Le di una nalgada y comencé a pasar mi mano por su humada vagina, lleve dos de mis dedos a sus labio.

Calle: chupalos... mojalos para poder entrar en ti... eso chupalos.

No se hizo del rogar y chupo mis dedos muy deliciosamente, cuando estaban bien lubricados por su saliba, le di la vuelta y por fin estuvimos frente a frente.

Poché: ahh mierda... que tienes, que... ahh que estas así.

La recosté en su escritorio y me incline para besarla, el beso no era para nada tierno, era un beso muy salvaje dejando ver que las dos estábamos enojada, baje mis besos a su cuello y comencé a succionar y seguí mi camino hasta que mis labios rodearon su pezon izquierdo y hice de el lo que quise, lo mordi, lo succióne, lo lami y lo bese.

Poché: ay calle... Ahh tienes que hecer algo... ya no aguanto.

Calle: shh mi reina, no hagas... mucho ruido... no grites tanto, no quieres que tus empleados escuchen que... estas ahh teniendo sexo en tu oficina.

Juntas, Pase lo que pase. Where stories live. Discover now