Capítulo 57

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Cautiva: "El verdadero monstruo bajo la cama".

Jazmín

"El aroma a chocolate caliente inunda mis fosas nasales, me relamo mis labios con solo sentir ese exquisito aroma.

Al entrar a la cocina mi padre está con una taza en su mano, al verme me sonríe -¡Tu favorito, la bomba pulgosa!- dice y yo río ante el nombre ridículo que le puso a mi bebida favorita.

-¿Bomba pulgosa?- le preguntó y el asiente poniéndome la bebida en frente.

-Chocolate con Marshmellow, crema batida, chispitas de colores y una cereza- dice poniéndole una pajilla -La bomba pulgosa, todo un gourmet.

Le doy un sorbo y siento como baja por mi garganta, un dolor agudo se posa en mi cabeza, me duele, al voltear ya no estoy en casa estoy en el hospital viendo a mi padre luchar por su vida.

Es una maldita pesadilla..."

La cabeza me duele tan fuerte que creo que me va a explotar, trato de abrir mis ojos pero los siento pesados, como si pegamento pusieron en ellos.

La cabeza me pulsa de una manera descomunal, me hace emitir un gruñido, los recuerdos empiezan a venir a mi mente de manera espontánea dándome una bofetada mental.

El asesinato de Alondra.

Mi padre en coma.

El Cementerio.

Los Disparos.

El Robo de un auto.

El Choqué.

Ethan.

Abro mis ojos de golpe pero todo esta en tinieblas, obscuridad total, trato de moverme pero mis manos están atadas en algo que al moverme suena como a metal, ¿metal?, empiezo a mover mis manos y escucho como emiten un sonido -Son esposas- me digo en la mente.

La habitación huele a velas aromáticas cuando las acabas de apagar y a pétalos de flores secas, -¿dónde estoy?- es la pregunta que recorre mi mente en este momento.

¿Ethan dónde estás?.

Solo escucho el latir desbocado de mi corazón y mi respiración en toda la habitación, escuchó claramente las pisadas de alguien que viene hacía mi, el crujir de la madera en el piso lo delata, escucho abrir la puerta y la claridad entra a una parte de la habitación.

La silueta de un hombre en el centro de la entrada no ayuda mucho al identificarlo, baja un escalón y cierra la puerta tras si -¿Debes estar asustada?, no te culpo yo lo estaría- decía mientras bajaba los pequeños escalones que la luz dejo a la exposición.

Esa voz, yo la conozco...¡eso es imposible!.

Al encenderse la luz solo en una parte de la habitación lo veo claramente, mis ojos se abren como platos y mi boca si fuera desprendible ya se me hubiera caído al ver a William -¿Qué, no me dirás nada?- dice poniéndose enfrente de mi.

-¿William, que...

-¡Shhhh!- dice poniendo su dedo índice sobre mi boca -Estas en buenas manos ahora- baja su dedo lentamente recorriendo mi cuello hasta llegar al escote de mi blusa, sus ojos se posan en mis pechos y se muerde el labio inferior para luego subir su mirada para verme a los ojos.

-Estás enfermo- digo con repulsión -Cuando venga Ethan el te dará tu merecido hijo de perra.

Su mano aprieta mis mejillas haciendo que mi boca quede como un puchero -No digas groserías Jazmín si no quieres acabar como Alondra- otra punzada en mi pecho se hace presente -Cuando hable tú no debes decir nada, ¿Te quedo claro?.

Peligrosa Obsesión: Por Siempre Mía ©. ✔Terminada (Libro #1)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon