CAPÍTULO 16: Caminos separados

39 7 161
                                    

   

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   

He pensado muchas veces cómo sería este día. Sé que debería estar contenta y alegrarme por Wadie… Pero con su marcha y la de su grupo, siento una enorme orfandad.

    Da igual si apenas podíamos vernos a solas en las últimas semanas: siempre encontraba algún rastro de él por doquier. Ya fueran rumores sobre lo que había estado haciendo aquel día; intercambio de opiniones de los profesores sobre cómo se está esforzando por superar el curso; o la voz de alguno de sus amigos armando bulla, como siempre, incapaces de ser discretos.

    Ahora hay un enorme vacío. Crawling no es lo mismo sin el Culto. El Crawling High School no es el mismo. Nos hemos convertido en parte de una concha vacía, sin diversión, sin travesuras… sin vida. Creo que los demás también lo notan, aunque nadie hace ningún comentario al respecto. 

    No podré ver la retransmisión. Hay mucha gente entusiasmada con la posibilidad de que alguien represente a Crawling en la MTV; los grupos ya se están organizando en torno a los afortunados que pueden permitirse la suscripción al canal de pago. En mi caso, nuestro nivel adquisitivo no nos permite ese lujo, aunque igualmente, no me concederían esa posibilidad. Tendré que conformarme con imaginarlos en la pequeña pantalla, dando lo mejor de sí mismos…

    -¡Élodie! -me llama mi madre, que hoy está inusualmente contenta-. ¡Alguien ha venido a verte!

    Bajo las escaleras con recelo. Desde mi forcejeo emocional con Blair Gagnon, evito cuanto puedo la planta inferior y me paso las horas encerrada en mi habitación, lo cual supone un alivio inmenso. Me imagino que será el pastor quien quiere verme y asegurarse de que cumplo mi parte del trato; incluso, Nick, que vuelve a insistir para que me una a su club de lectura. Pero no.

    Es Ryan Grayson, alto y atlético como es. Con una moderada sonrisa y buenas palabras. Parece mentira que Ferris disfrazado de su hermano haya logrado caer mejor a mi madre que Grayson… Aunque el niño bueno de las matrículas de honor sigue pareciéndole una buena influencia para mí.

    Cuando pisamos la calle y me subo a su coche, ni me lo creo. Me siento fatal por cómo lo traté hace poco más de un mes, y también por no haber pedido disculpas desde entonces. Afortunadamente, no me guarda rencor y compartimos una conversación ligera, hasta que veo que el coche entra en una urbanización que no conozco:

    -¿Qué es este sitio? -pregunto asustada-. ¿A dónde me llevas?

    -Confía en mí, por favor.

    Es una mala etapa en mi vida para que me pida tal cosa, pero dado que mi alternativa es abrir la puerta del acompañante y tirarme del coche en marcha, no me queda otra opción.

    Me quedo obnubilada con los distintos chalets de lujo que pasan ante mis ojos. Apenas son cinco o seis, pero cada uno más grande y bonito que el anterior. Frenamos junto a uno de ellos. Hay una cafetería pija casi pegada, cuyo nombre me suena, aunque no sé por qué: Holy’s.  

DESTRUIR & PERDONAR©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora