CAPÍTULO 27: Hermanamientos y libélulas

28 6 134
                                    

	Aún es de noche cuando despierto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aún es de noche cuando despierto. El hotel está en silencio, a oscuras. Pero no puedo dormir, soy incapaz de pegar ojo.

Bajo a la cafetería y espero a que abra. En cuanto el camarero enciende la televisión, la noticia que abre el matinal es nuestra victoria en la segunda fase del Golden Warriors Fest. Resoplo como el mayor de los perdedores, mientras doy un sorbo a mi café. Espero que Jason vuelva a ponerse al frente del Culto, porque yo no pienso hacerlo.

Ya está bien de ir dando tumbos. He tenido horas de sobra para reflexionar sobre cada acontecimiento de este maldito concurso. Cada vaivén emocional, cada inseguridad, cada revés. La presión me ha despedazado, he llegado a no saber quién soy, a no saber lo que quiero, a no saber valorarme… Esta mañana me siento como si acabara de despertar de una pesadilla; pero no fue un sueño, fue real. Estoy hundido. Ni siquiera sé si me arrepiento de lo que sucedió con Ly. Una parte de mí se odia y se flagela sin piedad; la otra, me dice que quizá fue un error necesario para abrir los ojos de una vez.

Observo la presentadora del programa que emiten, una rubia pintada como una puerta y con el pelo cardado. Mira a cámara con un seriedad inusitada, mientras habla de mí como si me conociera de algo:

"...tras su reivindicativa versión del tema "Youth Gone Wild", del grupo emergente Skid Row. Manteniendo siempre su actitud desafiante, ha querido desmarcarse de su imagen satánica hablando sobre una revolución contra los prejuicios, acusando a directivos y espectadores de haberle enjuiciado injustamente. Su propia actuación, encierra gran dicotomía al emplear dos canciones con mensajes contradictorios, pero decisivos, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Es tan malo Wadie Mason? ¿O es una víctima más del sistema? ¿Es malvado o un chico marginado por la sociedad como cantó sobre el escenario? No se pierdan la siguiente hora de nuestro programa…"

–¿Qué te parece la que han liado estos tipos? –me pregunta el camarero, apoyado en la barra.

No llevo ni el collar de pinchos, ni las muñequeras, ni mis botas, ni mi cazadora. Me he vestido con ropa colorida de Marlon en un intento por separarme de mi esencia y ver la situación desde otra perspectiva. Es lógico que no me reconozca cuando hasta me he recogido el pelo.

–Creo que cada uno entiende lo que quiere –respondo, intentando no darle mucha importancia.

–A mí me ha parecido brillante –opina él, sin reservas–. La prensa lleva semanas metiéndose con ellos y es justo que se defiendan… ¡Es un jurado de adultos crucificando a adolescentes con problemas! ¿Dónde está el límite del espectáculo? ¡Debería darles vergüenza!

–Estoy de acuerdo –asiento con tristeza.

Cuando comienza el bullicio, dejo unas monedas sobre la barra y me marcho. No tengo ganas de que nadie me reconozca bajo el disfraz. Lo último que necesito ahora mismo son los comentarios insidiosos de gente que no me conoce de nada. Aún no sé si me sienta mal la resaca, o si estoy así por culpa de los remordimientos. No estoy preparado para enfrentarme a la realidad tan pronto. Tampoco a mis compañeros. Subiré a la habitación, cogeré la guitarra y me esconderé en algún lugar del parking hasta que sea hora de ir al aeropuerto. Mientras tanto, tendré un rato para seguir torturándome a mí mismo, en soledad.

DESTRUIR & PERDONAR©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora