The Other Gilmore

Llamadas telefónicas y visitantes

Una vez que Frankie regresó a Nueva York después de su fin de semana en Stars Hollow, se esforzó por evitar pensar en Jess. Ella no quería pensar en él. No podía pensar en él, porque si lo hacía, caería en un abismo del que no estaba segura de poder salir.

Pasó mucho tiempo con Kayla y Penny, explorando la ciudad y siendo una típica estudiante universitaria. Fueron a fiestas, conciertos e incluso algunos espectáculos de Broadway cuando pudieron conseguir boletos en la lotería. En general, Frankie estaba teniendo un éxito relativo en mantener a raya los pensamientos sobre su exnovio.

Frankie fue a tomar un café después de clase un día, necesitaba la cafeína y el tiempo para sí misma, cuando se topó con alguien mientras miraba su teléfono.

"¡Oh, lo siento mucho!" Ella exclamó.

El hombre se dio la vuelta, frunciendo el ceño, pero tan pronto como vio a Frankie, su expresión se iluminó. "Francesca".

"¿Finn?"

"¿Cómo estás?" preguntó, con una sonrisa plasmada en su rostro.

"Estoy bien. ¿Cómo estás?" Ella sonrió al australiano, feliz de verlo.

"Lo estoy haciendo bien." Ladeó la cabeza hacia un lado, mirando a la chica. "No llamaste".

"Oh", se rió Frankie, mirando hacia abajo. "Sí, lo siento por eso".

"Estaba esperando tu llamada," dijo, haciendo un ligero puchero.

"Estoy tan ocupada-"

"¿Y se te olvidó?"

Ella se encogió de hombros. "¿Me creerías si dijera eso?"

"En lo más mínimo."

Los dos se rieron juntos, entrando en la cafetería.

"Quería llamar", dijo Frankie mientras se paraba en la fila. "Yo solo... no sé por qué no lo hice".

"Solo estoy bromeando contigo, amor. No tenías ninguna obligación conmigo", le aseguró Finn, sonriendo a Frankie.

"Oh, lo sé. Pero es divertido estar cerca de ti. No sé, sólo estoy... tratando de olvidar a alguien".

"La mejor manera de superar a alguien es pasar por debajo de alguien nuevo", le susurró al oído.

Frankie giró la cabeza para mirarlo, sus labios separados por solo una pulgada. Se le cortó un poco la respiración, pero lo ignoró y volvió a girar la cabeza. "Encantador, como siempre."

Finn sonrió ante su reacción y luego se enderezó. "Siempre. La oferta se mantiene", dijo con un guiño.

Frankie se rió entre dientes cuando se acercaron para ordenar sus bebidas, las agarraron y salieron de la parada, comenzando su caminata hacia Central Park.

"Entonces, ¿Qué estás haciendo en Nueva York? ¿No deberías estar en Yale?" preguntó Frankie, tomando un sorbo de café. Ella arrugó la cara ante el sabor. No tan bueno como el de Luke.

"Me aburrí".

"Pareces estar perpetuamente aburrido", reflexiona, con una leve sonrisa en su rostro.

Finn miró a Frankie y sonrió. "Solo cuando no estoy estimulado correctamente".

Ella se rió, sacudiendo la cabeza. "Ni siquiera quiero saber qué significa eso".

"Creo que ya lo haces, amor."

Ella lo empujó juguetonamente cuando entraron al parque. "Mente sucia."

Finn se rió entre dientes, mirando de nuevo a Frankie. Parecía estar perdida en sus pensamientos. "¿Qué tienes en mente?"