Algo está mal

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Habían pasado algunas semanas desde el cumpleaños de Frankie y no le estaba yendo bien. Solo salía de su habitación para ir a la escuela y buscar agua. Apenas comía y bebía todas las noches.

Kayla fue la primera en notar el cambio en el comportamiento de Frankie. Cuando vio por primera vez a Frankie traer a casa una bolsa llena de alcohol, no pensó en ello. Pero cuando se dio cuenta de que Frankie era la única que bebía de las botellas, fue cuando empezó a preocuparse.

Pensando que tenia algo que ver con Finn, Kayla pregunto, pero Frankie solo dijo que estaba bien. A medida que avanzaban las semanas y Frankie seguía trayendo a cada grande cantidad de alcohol, la preocupación se convirtió en pánico.

"Algo anda mal con Frankie", dijo Kayla en voz baja, cerrando la puerta de su habitación detrás de Penny y Jacqueline. "¿Has notado?"

"Ella esta bebiendo mucho. Una cantidad preocupante", estuvo de acuerdo Jacqueline.

"Ella tampoco ha estado saliendo con nosotras en absoluto", dijo Penny con tristeza. "¿Hicimos algo mal?"

"No, no creo que tenga nada que ver con nosotras", afirmo Kayla, mirando hacia la puerta. "Creo que tiene algo que ver con su cumpleaños, pero no sé qué es."

"¿Fue la llamada telefónica con su hermana?" pregunto Jacqueline. "Nunca conocí a Rory, así que no sé cómo eso la habría afectado."

"No, no creo que sea eso. Estaba un poco desanimada, pero se recupero y pasamos una gran noche."

"¿Algo con su mamá entonces?" sugirió Penny. "Se que han tenido problemas en el pasado.

"No, ella y Lorelai se han portado bien." Kayla miro a lo lejos, perdida en sus pensamientos. "¿Y si algo sucediera en una de las fiestas?"

"¿La última? Ella desapareció", dijo Jacqueline, recordando como se fueron después de no poder localizar a Frankie. "¿Qué pasa si nos vamos y le pasa algo"?

Penny jadeo, tapándose la boca con la mano mientras las lagrimas se formaban en sus ojos. "Oh, Frankie."

"Mierda", murmuro Kayla, con los ojos muy abiertos. "Creo que podríamos tener razón."

"¿Qué hacemos? ¡Tenemos que ayudarla!" Penny exclamo en voz baja, mientras las lagrimas corrían por sus mejillas.

"Podemos preguntarle, pero Frankie puede ser dura. Como romper una nuez cuando no quiere hablar."

"Debería haberla buscado más", murmuro Jacqueline, paseando por la habitación de Kayla. "Debería haberles preguntado a todos. Debería haber..."

"Oye, no. No sabemos que paso. No te culpes." Kayla puso una mano en el hombro de Jacqueline, tratando de calmarla. "Llegaremos al fondo de esto. Somos sus mejores amigas y compañeras de cuarto, ¿De acuerdo? Podemos ayudarla. Recuperaremos a Frankie."

Mas tarde esa noche, Frankie salió del metro después de clase y caminaba por su calle, bebiendo vodka de una botella de agua, cuando de repente alguien apareció. Ella se estremeció, asustada, pero se relajo cuando sus ojos se enfocaron y pudo distinguir la figura claramente.

"Jess", respiro ella, con una pequeña sonrisa en su rostro.

"Hola, Frankie."

"Hola. ¿Qué estás haciendo aquí?"

"Estoy en la ciudad por un pequeño negocio, pensé en sorprenderte."

"Considérame sorprendida."

"Feliz cumpleaños, por cierto. Se que eso fue hace unas semanas."

Frankie fingió una sonrisa en respuesta, ya que no quería hablar de su cumpleaños. Ella lo miro por un momento antes de volver a la realidad. "Te ves bien. Filadelfia parece quedarte bien."

The Other GilmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora