Capítulo 8. Sofía

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No paro de mirar el reloj, faltan cinco minutos para que termine la jornada, cinco minutos para la reunión con mi jefe. Llevo dos semanas esquivando hablar de mi renovación.

Lo he pensado muy bien, pero no puedo quedarme aquí. Llevo un hijo de Gabriel en mi vientre, de momento no quiero que se entere. La oferta es buenísima, hay que estar muy loca, para rechazarla, pero mi situación no es la ideal.

Quiero acabar cuanto antes con esta reunión, no me encuentro bien. Normalmente no me maquillo, pero Tamara me dijo al recogerme en casa, que se me veía mal.

Ya es la hora, me digo, mientras miro el reloj. Me encamino a la oficina de Héctor, pero el sonido del ascensor, me hace frenar en seco, me giro para ver quien viene al piso de la presidencia. Me sorprendo al ver salir a los padres de mi jefe y a otra persona, que nunca la vi por la empresa.

-Buenas tardes Sofía -me dice el Sr Durand -hoy la encuentro más preciosa que nunca -niego mirándole, sé que me adulan para que me quede.

-Muchas gracias, Sr -me giro hacia su esposa -Buenas tardes Sra Durand, un placer volver a verla. Su esposa, sí que está preciosa, como siempre -le digo sonriendo y guiñándole el ojo a ella.

-Hola guapa, te presento a Gerald, ahora sabrás quien es -Héctor sale de su oficina y saluda al nuevo integrante de la reunión, por la forma de hablarse, se conocen y muy bien -te encuentras bien, querida? -me pregunta Amanda, solo me faltaba que se enterase de la verdad, le digo que sí, pero me mira sin creérselo -la reunión será en la sala de juntas, es más amplio y estaremos más cómodos.

Los dueños son los hombres, pero tengo que admirar a esta mujer, porque se los lleva de calle y ni siquiera ponen reparos. Héctor y Gerald, ambos llevan carpetas que nunca había visto sobre nuestras mesas. Sé que todo esto, es por mi contrato, pero estoy nerviosa y tengo miedo de que mi estómago no me de tregua.

Llevo dos meses vomitando todo aquello que entra en mi boca. Por muy bueno que esté, por muy sabroso que sepa, termina en el fondo del wáter y yo, rodeándolo con mis brazos.

Voy detrás de ellos, antes de entrar a la sala, le envío un mensaje a mi amiga y le digo que entro en la cueva con los jefes, me devuelve el mensaje, con un suerte en mayúsculas.

Me hacen sentarme, el resto está alrededor de mí.

-Sofía, necesitamos saber tu respuesta, te quedan dos semanas de prácticas -me dice Héctor, me tira la carpeta que traía -última oferta, me gustaría que la leyeras y evaluaras las cifras.

Niego sin abrir la carpeta. Su madre, no me quita ojo de encima, es como si estuviera estudiando mis movimientos. Se me revuelve el estómago, una reacción sin pensar y pongo mi mano en el vientre, la cual quito rápidamente, antes de que se den cuenta.

-Héctor, la anterior oferta era buenísima, no es cuestión de cifras de verdad -le digo mirándole a los ojos -he aprendido muchísimo con vosotros, me he sentido cómoda y encantada de que me hagáis partícipe en todo momento, pero...

-Pero no quieres seguir en esta empresa -dice Amanda, levanto la mirada, la miro y asiento con la cabeza -aclárame una cosa, es personal o profesional.

Algo me dice, que ella sabe lo que ha pasado. Se han portado tan bien conmigo, que no quiero mentirles.

-Personal, Sra Durand -la vuelvo a mirar a los ojos -no se lo tome a mal, pero es lo mejor, de verdad -me sonríe y se acerca a mí.

-Sé lo que ha pasado con mi hijo Gabriel -cierro los ojos, esperando a que la tierra me trague -te tengo que confesar, que todos los presentes, lo sabemos. No voy a hablar del tema, porque Gabriel me lo ha prohibido -me dan arcadas, me levanto y digo que necesito ir al baño, voy al que hay en la sala, echando por mi boca, lo poco que he comido. Me limpio bien, miro mi ropa, por si me hubiera ensuciado y vuelvo a la reunión -todo bien, Sofía? -me pregunta la jefa, asiento, pero ella sigue observándome.

Verdades ocultasTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang