Capítulo 38. Sofía

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-Gabriel está ahí, ¿verdad? -me pregunta Tamara, viendo como hablo al espejo -sabes porqué papá le odia?

-Alfred es mi padre -le digo seria -siempre lo va a ser. ¿Dónde tiene a mi hija? -no quiero hablar más sobre la vida de su maldito padre, ya tendré otra ocasión.

-En una casa a las afueras de Toulouse, ella no sabe que mi padre la descubrió, pero tampoco va a hacer nada por devolvértela -se me quiere volver a acercar, pero camino hacia atrás, poniendo separación entre ambas.

-Que planes tiene

-Quieren que yo esté allí, para tener entretenida a esa loca, así él poder entrar a por la niña -se encoje de hombros y sonríe -una vez en su poder, pediría una rescate al Sr Durand, un rescate muy suculento.

-Tiene dinero de sobra, para que quiere más -le dice Sofía.

-Lo que quiere es ver hundido a Gabriel, lo quiere en la quiebra, sin dinero, sin empresas, arrastrado por los suelos -mi cara de sorprendida, le hace gracia -el primer negocio que consiguió la familia Durand, con la que se hicieron un nombre reconocido, un estatus envidiable y mucho poder, dentro de los negocios, ese iba a ser de Andrew, pero en el último momento, lo dejaron fuera.

-¿Quiere todo lo que tiene Gabriel, a cambio de nuestra hija? -la que pensaba que era mi amiga, asiente -todo por dinero, poder...

Salgo de la sala, quiero entrar en la sala contigua, pero Gabriel y Joan, salen junto a Andy. Abrazo a mi chico, que me dice al oído, que les dará todo lo que tiene y recuperaremos a nuestra pequeña.

Durante un momento, me quedo abrazada a él, llorando en sus brazos.

-Tengo algo más que preguntarle, hay algo que no entiendo -les digo mirando a los tres.

Me doy media vuelta y entro como un huracán, ni siquiera cierro la puerta. Como caballo desbocado, voy hacia Tamara, mis manos le golpean en el pecho, mis puños se cierran con algo de su ropa y la llevo con todas mis fuerzas hasta la pared. Está asustada, eso me gusta.

-Que pinta Peter, en todo esto, quien es, que quería conseguir conmigo -ella niega, abre los ojos aterrorizada -más te vale no mentirme, me han quitado a mi hija y por ella, soy capaz de todo -la suelto despacio -tengo sangre de Andrew en mis venas...si él hizo desaparecer a su esposa, puede ser que yo haga lo mismo con la gente que me ha traicionado.

-Te juro que no tengo ni idea, Peter es uno de los hombres de confianza de mi padre -me grita, mientras voy hacia la puerta -¡es el que le hace el trabajo sucio!

No miro mientras grita, salgo de esa sala, en el pasillo veo a las personas que me importan, y salgo de allí abrazada a los dos.

-¿Me llevas a casa? -le pregunto a Gabriel, que asiente -pero a la nuestra -le digo, dándole un beso suave en los labios.

-Sobre eso... -oímos decir a Joan y carraspear -no sé, como deciros esto... -Gabriel le dice que lo suelte sin más -Amanda me ha pedido, no, me ha exigido, que os lleve a nuestra casa, tanto vosotros, como Héctor y su familia, los quiere tener bajo su mismo techo.

-Papá...cuando aprenderás a decir a mi madre que no -Joan le mira sorprendido, yo sonrío ante la situación, me hace gracia.

-Mamá gallina, quiere a sus polluelos, bajo su ala para protegerlos -Joan asiente -yo haría lo mismo cariño.

Mientras Gabriel va rezando entre dientes, vamos al coche.

-Amanda lo ha pasado muy mal cuando os cogieron, os adora y también está Gabriela... -me dice Joan, sentado en la parte de atrás del coche, que se pone en marcha -solamente, hasta que aparezca la niña y todo esté bien.

Verdades ocultasWhere stories live. Discover now