Capítulo 9. Sofía

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Hoy es mi último día en DurandSA, debido a que no soy la única en prácticas que acaba, hay una pequeña recepción con los jefes de departamento.

Nos dejan salir una hora antes, para ir a la cafetería y compartir con la empresa los últimos sesenta minutos juntos. La mañana ha sido un caos, ha venido la nueva asistente de presidencia, una chica tímida, sensible, pero con ganas de comerse el mundo.

La he dejado que ella llevara la oficina, pero Héctor se arma de valor, para no llamarme a gritos y que arregle los desastres. Vuelvo a repetirla como se hacen las cosas, pero dice que el jefe la impone. Quise hacerle una broma y casi le da un infarto in situ.

-Pues si Héctor de intimida, cuando conozcas al Sr Gabriel, te meas en las bragas -sí, fue una broma pesada, pero la cara de ella fue gloriosa, le dije que no me hiciera caso -no te dejes amedrentar por nadie, menos aún por un tío y que éste, sea tu jefe. Si conocen nuestros puntos débiles, nos comen vivas.

-Gracias Sofía, intentaré hacer lo mejor que sé. Para cualquier duda, te puedo llamar, aunque no pertenezcas a esta empresa? -la sonrío y le digo que estaré encantada de ayudarla.

A las cuatro en punto, bajamos a la celebración. Mi sustituta, anda como pollo sin cabeza y Tamara la salva.

-Preciosa, esta es mi extensión, junto a mi móvil y el teléfono de la oficina. Estoy en la planta de contabilidad, no dudes en utilizarme, para que te ayude -Irma sonríe y nos da las gracias.

De repente, un silencio abrumador se hace en la cafetería, entre las cabezas veo que los Sres Durand entraron con Héctor, pero al ver quien viene, entiendo el silencio y los murmullos.

Gabriel. Trago saliva, el corazón me va a mil por hora, mis manos sudan y como si mi bebé lo supiera, me entran arcadas y tengo que salir corriendo al baño. Tamara que se dio cuenta, viene conmigo, como siempre a mi lado.

No me habla, con su compañía me vale.

-Lista? -me dice cuando me recupero y me lavo la cara, asiento con la cabeza.

Salimos del baño, al encontrarnos con una de las compañeras, empezamos a hablar como si no hubiera pasado nada. Mi mirada se cruza con la de la Sra Durand, que no me quita ojo de encima, la saludo cortésmente y ella no duda en hacer lo mismo.

-Por favor, un momento de atención -Héctor llama la atención de todos -las personas que abandonan el barco, por diversos motivos, por favor, que se pongan delante.

Le pido a Tamara que me acompañe, pero ella me dice, que no abandona, se ríe y me empuja hacia adelante.

Un pequeño discurso, dándonos las gracias por el tiempo, el trabajo realizado. Da la enhorabuena a las personas que han quedado contratadas, miro a mi amiga aplaudiendo, junto con el resto y al mirar otra vez en frente, es cuando mi mirada y la de Gabriel se unen.

-Querida, vamos a brindar -me ofrece una copa de vino blanco, lo cual no puedo beber, pero por tener el cristal en mi mano, no me va a pasar nada -para los que no me conozcan, soy la Sra Durand, la madre del presidente actual y del antecesor. Mi enhorabuena a todas las personas y gracias por ser parte de esta familia.

Se pone frente a mí, me sonríe, me pongo nerviosa, pero una mano amiga me tiene cogida por la cintura, miro de reojo a Tami y me guiña un ojo.

-Me gustaría dar una felicitación particular a una persona, que los últimos meses, ha sido un gran ejemplo de superación y aprendizaje. Me gusta ver como las mujeres nos ganamos lo galones. Sofía Sánchez -levanta la copa hacia mí -has sido una excelente asistente, eres brillante y estoy segura, que llegaras muy alto en los negocios. Queríamos que se quedara con nosotros, pero la competencia se la lleva, estoy orgullosa de tí. Mi marido se ríe, cuando le digo, que el destino, te va a poner en nuestro camino en algún otro momento, lo espero con ansia -levanta la copa mirando al resto de personas -por Sofía.

Verdades ocultasWhere stories live. Discover now