Verdades ocultas

Capítulo 44. Sofía

Todo el mundo opina sobre mi matrimonio con Gerard, todos critican, pero nadie sabe la verdad.

Hubo comentarios diciendo que yo le envenené, que lo maté poco a poco, para quedarme con su herencia.

Gabriel me pide que deje de mirar las noticias por internet, que son todo gente sin nada que hacer.

Algunas personas sin conocerme, me tachan de mala madre, adúltera...Amanda se enfada cuando lee estos comentarios.

-Reportaje a todo color, en las páginas centrales, se os veía bien -dice Gabriel, tirando la revista encima de la mesa del jardín.

Paso las hojas, hasta llegar a las fotos, las miro.

-Ese día, no tenía fuerzas a levantarse de la cama, ni la morfina le hacía efecto -digo, sin quitar la vista de las fotos -le dije que se quejaba mucho, que hiciera el favor de vestirse y acompañarme a dar un paseo con la niña.

Me limpio las lágrimas.

-No le gustaba que le tuviera lástima, por eso le hablaba, como si no tuviera nada -cierro la revista y miro a Gabriel -intenté que sus últimos días, fueran felices. Es asqueroso que saquen estas cosas -me levanto de la silla y me acerco él -tengo la impresión, de que alguien desde las sombras, nos quiere separar.

-Estás en lo cierto cuñada -oímos decir a Sarah, termina de mandar un mensaje y se guarda el móvil, nos mira sonriendo -después de ver el reportaje, llamé a mis fuentes.

-Das miedo, cuando hablas así -le digo y veo a Gabriel reírse -descubriste algo, ¿verdad? -asiente con la cabeza victoriosa.

-Lara -la miramos incrédulos -esa zorra está detrás de esas fotos.

-Pero...chicos, yo no recuerdo ver periodistas y en esas fotos, deben de estar cerca -les digo preocupada.

-Escuchar -nos giramos y vemos a mi suegro acercarse a nosotros -debe de tener gente vigilando, todos vuestros pasos.

-Papá, después de tantos años...

-Iba a ser tu esposa, millonaria y con más poder de lo que tiene su familia -se echa un poco de agua en el vaso y le da un sorbo -está herida, hijo, muy herida.

Joan mira el reloj y le hace una señal a Gabriel. Se van al juzgado, quedan dos días de juicio, me dijeron que mañana el fiscal, sacará todo el arsenal y la hundirá de por vida.

-Te dejo a cargo de mi madre, mi hija y mi cuñada, intenta que no se metan en problemas -me dice mi chico acercando sus labios a los míos.

-Veré lo que puedo hacer querido -pongo mis brazos alrededor de su cuello, le miro a sus preciosos ojos -¿todo bien con ese reportaje?

-Sí, solo que...se te veía tan feliz con él -le beso, parece que eso le calma -me comporté como imbécil con mi primo y contigo...

No dejo que siga hablando, quiero que olvide esa época, no nos hace bien a ninguno.

-¿Quieres quitar las manos, de encima de mi nuera y mover el culo al coche? -grita Joan -ya está embarazada, que más quieres de ella...

Sarah y yo, nos reímos a carcajadas, mientras vemos a mi bombón recriminar al padre.

Mi cuñada y yo, quedamos sentadas en el balancín, Lina nos trae infusiones para ambas. Todavía tenemos unas horas, antes de que los niños salgan del colegio.

-Estamos solas -la rubia me mira asintiendo -tanta gente que conoces de los inframundos del internet, ¿alguna vez has buscado información sobre Amanda?

-Pues no, nunca se me hubiera ocurrido. ¿Qué pasa Sofía?

-Estos días que no fui al juicio, me dediqué a organizar las cajas que tenía en la oficina. Encontré un sobre cerrado, con fecha de hace casi dos años.