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La noche se hizo presente, aunque había sido difícil hacer callar a todos en la habitación, el silencio se escuchaba, sin embargo había un par de personas que no podían pegar ojo.

Violeta miraba el techo, pensando en una única cosa, Chiara. No podía borrar de su cabeza ese momento en el piano, esa mirada, esa chica había despertado algo en ella que le era complicado apagar, no se había sentido así desde... desde su novia. Volvía a pensar en su novia, se sentía culpable de estar mirando a alguien más, se sentía culpable de haber sentido algo, aunque no sabe el qué, por alguien más. La mejor solución sería olvidar ese sentimiento hacia Chiara, si, tenía una novia maravillosa fuera, esto solo era una tontería.

Chiara por otro lado, no pegaba ojo pensando en cómo identificar ese sentimiento, había puesto el ojo encima a Violeta durante los castings, su ilusión aumentó cuando se enteró que a Violeta le gustaban las mujeres, pero esa misma ilusión se estrelló cuando supo que esa pelirroja tenía novia. Se sintió un poco tonta de pensar de que podría tener una mínima posibilidad con ella. Pero cuando cantó con ella, esas miradas, esas sonrisas, ese estúpido roce en el piano, sintió que el corazón se le salía del pecho, no quería meterse en una relación, sabía lo complicado que era eso, pero no podía evitar sentir algo hacia aquella pelirroja.

Le gustaba, pero se tendría que olvidar de eso, una bonita amistad con Violeta también le servía para ser feliz.

— Kiki – susurró Violeta. – ¿Estás despierta?

— Si ¿qué pasa? – le devolvió el susurro.

— ¿No puedes dormir?

— Me cuesta un poco, los demás parece que están muertos y yo aquí sin pegar ojo. – respondió Chiara.

— Me ha gustado mucho cantar contigo – se confesaba Violeta.

— A mi también, tocas muy bien el piano.

— No mientas, se me da fatal. – la pelirroja era muy insegura con eso.

— Te lo digo enserio, lo haces muy bien.

— ¿Tienes hora? – preguntó Violeta.

— Las dos de la mañana. Deberíamos dormir creo.

— Pienso igual. Buenas noches Kiki.

— Buenas noches Violeta.




♤♡◇♧

— Padam Padam, I know you wanna take me home, Padam. – Violeta y Denna estaban empezando a aprender la coreografía.

Denna tenía un poco más de experiencia a la hora de cantar y bailar a la vez, pero Violeta estaba acojonada por eso, lo más cercano que había hecho era correr en plena lluvia para pillar un reportaje para las noticias a tiempo.

— ¿Qué tan cerca nos tenemos que quedar al acabar la canción? – preguntó Denna.

— Muy cerca, demasiado cerca. – dijo Vicky.

— ¿Así? – Denna agarró de la nuca a Violeta dejando a escasos centímetros sus labios.

— Mmmm un poco más.

— ¿Más? – Violeta se sorprendió – Ya de paso nos besamos y hacemos feliz a las mujeres de España. Denna levantó las cejas pero no le disgustó la idea.

— Tampoco digo que haya un beso, pero que exista esa sensualidad, esa tentación de te beso o no te beso, esa provocación pero sin terminar de cerrarlo.

EN MIS PARTITURAS - Violeta y ChiaraWhere stories live. Discover now