25

8.3K 303 68
                                    

Suspiraron mirándose fijamente a los ojos, estaban ya arriba del escenario listas para empezar en cualquier momento. A pesar de tenerlo todo muy bien ensayado los nervios seguían presentes en sus cuerpos, pero eso era la magia del escenario.
Chiara intentó transmitirle tranquilidad a Violeta, la pelirroja acarició suavemente su mano dándose cuenta de lo que su novia intentaba.

La música empezó a sonar y los focos las iluminaron completamente. Llegó su momento.

Empezaron a bailar y cantar como si hubieran hecho esa canción desde que aprendieron a caminar por primera vez, estaban acertando todo, la coreografía, el tempo, y sobretodo estaban clavando la química.

Lo único que se podía sentir en el escenario era la química que transmitían aquellas chicas juntas, natural y real. La manera en la que elevaban sus brazos y buscaban el roce de sus manos. La forma en la que Chiara, gracias a ciertos acontecimientos en la casa del lago, tocaba a Violeta con necesidad y era capaz de transmitir esa necesidad, para nada se sentía forzado como otras veces. La manera en la que Violeta tentaba con la mirada y con sus manos a Chiara.

Todo en ese escenario derrochaba magia, talento y amor.

El momento tan esperado llegó, el final de la canción, cantaron la última parte a una distancia minúscula, sentían sus agitadas respiraciones mezclarse entre ellas, y como lo hablaron antes, Chiara fue la que acercó sus labios a los de Violeta para juntarlos en un beso que dio el cierre perfecto a la coreografía.

El público comenzó a aplaudir pero ellas seguían sumergidas en su mundo de afecto, no fue hasta que la música cambió que se tuvieron que separar para cruzar la pasarela y terminar en el sillón junto a Chenoa.

— ¡Menuda obra de arte habéis hecho! – halagó la cantante. — Bueno, cuéntame Chiara ¿cómo ha sido trabajar con Violeta?

— Fue maravilloso – respondió rápido y el público volvió a gritar. — Trabajar con ella es probablemente una de las mejores cosas que me ha pasado este programa. – la ojiverde miró a su pelirroja con una sonrisa.

— ¿Y tú Violeta?

— Pues igual básicamente, pasar tanto tiempo con ella y trabajar tan duro ha sido lo mejor que he hecho hasta ahora. — Confesó la pelirroja abrazando a Chiara.

— Bueno chicas, os tengo que aplaudir porque la química que habéis presentado en el escenario ha sido muy bonita y muy natural. ¿Cómo lo habéis conseguido?

— Pues... – Chiara sonrió mirando el suelo recordando lo bonito que había sido para ella toda la semana. — Con Violeta es todo muy natural, es todo muy fácil, es lo mejor que me ha traído el programa y todo sale mejor cuando estoy con ella. — la inglesa agarró la mano de la reportera.

— Yo opino lo mismo. Chiara es una artista de pies y cabeza, trabajar con ella es súper fácil y súper cómodo y estoy agradecida de que haya llegado a mi vida una persona como ella. — Violeta dejó un besó en la cabeza de Chiara y el publicó rompió el aplausos y chillidos.

— ¡GO LESBIANS GO! ¡GO LESBIANS GO! – el público comenzó a canturrear el himno tan famoso de la semana mientras Violeta y Chiara no podían creérselo.

Al momento, ambas fueron de la mano a sentarse junto a sus compañeros al sillón para poder disfrutar de lo que quedaba de gala. Ambas chicas estaban muy orgullosas de su actuación y no dejaban de repetirselo la una a la otra entre susurros y caricias.

Pero todo lo bonito, tiene que acabar.

Primero, llegó el momento de nombrar al nómada favorito. Masi entró al plató entre aplausos para dar los nombres y las ventajas de los nómadas. La semana pasada fue Violeta, y tuvo la suerte de que le toque aquella casa que trajo momentos preciosos con Kiki.

EN MIS PARTITURAS - Violeta y ChiaraWhere stories live. Discover now