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Tardaron un tiempo en salir del agua, estaban demasiado cómodas ahí dentro disfrutando la una de la otra. Violeta amaba las cosas inesperadas que podía soltar Chiara por la boca, y Kiki amaba ver como hacía sonreír a su pelirroja.

El frío se hizo presente y terminaron volviendo a la casa. Vivi decidió darse una ducha mientras que Chiara intentaba encender la chimenea, gran, gran, gran error. La pelirroja estuvo disfrutando unos minutos del agua caliente recorriendo su cuerpo hasta que en un momento de lucidez se dio cuenta de lo que implicaba "Dejar A Chiara Encender La Chimenea". Rápidamente cerró el agua y envolvió una toalla a su alrededor, empezó a correr por el pasillo y bajó las escaleras como si de una carrera se tratase. Al llegar a tierra firme fue deprisa al salón encontrandose con Chiara en cuclillas delante de la chimenea y un montón de leña mal quemada al lado.

— ¿Kiki? – preguntó preocupada.

— Te parecerá divertido pero... – Chiara se levantó y giró sobre su eje lentamente hasta que la pelirroja fue capaz de ver su rostro. Violeta tuvo que llevarse una mano a su rostro para tapar la sonrisa que le estaba empezando a salir al ver a Chiara con sus gafas mal colocadas, el pelo un tanto revuelto y la mitad de la cara, sobretodo por las mejillas, lleno del color gris del carbón.

— Kiki por dios. — Violeta realmente lo intentó, pero al final dejó escapar la carcajada que le provocaba toda la situación.

— Es imposible – dijo la pelinegra haciendo un puchero, Violeta calmó un poco su risa pero aún con una expresión divertida se acercó a Chiara para abrazarla. 
La pelinegra no se había dado cuenta del estado de Violeta hasta que la abrazó y sintió la toalla y su pelo empapado, en ese momento tuvo que tragar saliva un par de veces.

— ¿Qué te parece una ducha y enciendo esto? – preguntó Violeta alejándose un poco pero sin quitar las manos de la cintura de Chiara.

— Con.. ¿contigo? – la ojiverde estaba un tanto nerviosa de la situación, rápidamente dio un escaneo del cuerpo de Violeta desde los pies hasta la cabeza.

— ¿Quieres ducharte conmigo? – sonrió la pelirroja.

— A ver, es para ahorrar agua ¿Sabes? – Chiara empezó a jugar con los dedos de su mano. — El medio ambiente y eso, hay que ayudar.

— ¿Ahorrar agua? – Violeta intentaba evitar una carcajada. Chiara sólo asintió con efusividad. — Lo siento mucho amorch. – la pelirroja acarició la mejilla de su compañera. — Pero ya me he duchado, te toca a ti solita.

Chiara hizo mala cara y le robó un beso a Violeta sin que esta se lo esperase. En el fondo la menor lo único en lo que pensaba era en librarse de la toalla que tenía Vivi alrededor, pero una ducha fría a lo mejor le sentaba mejor.

La ojiverde fue hacia el baño y Violeta aprovechó para ponerse algo de ropa encima, en verdad deseaba meterse al agua con Chiara pero sabía que si lo hacía no podría contenerse con ella y la pelirroja no creía que la ducha fuese el sitio adecuado para acostarse por primera vez con Kiki.

Una vez estuvo lista bajó a intentar arreglar el desastre que había hecho Chiara, no pudo evitar soltar una risa al darse cuenta que lo único que tenía que hacer era meter leña en la parte superior, carbón en la inferior y darle a un estúpido botón que encima era bastante visible, no quería ni pensar qué estaba haciendo Chiara para terminar con toda la cara llena de manchas oscuras.

— Esta chica... – sonrió y se encaminó al piso de arriba,aprovechó que era medio día y le daba curiosidad entrar a la pequeña sala de música que había en la planta superior.

Agarró una guitarra y se sentó en uno de los puffs que había enfrente del gran cristal que dejaba a la vista un montón de árboles. Violeta no era una experta con la guitarra pero sabía defenderse, a veces simplemente tocaba por tocarla, pero hoy estaba inspirada, tensó las cuerdas y comenzó a tocar una canción que le recordaba a cierta chica.

EN MIS PARTITURAS - Violeta y ChiaraWhere stories live. Discover now