35

5.6K 259 81
                                    

La alarma sonó a las 6 de la mañana, Violeta la ignoró y se acurrucó más fuerte a su novia, que dormía plácidamente entre sus brazos. La segunda alarma se hizo presente, la pelirroja de mala gana terminó despertando a su novia, a la que al parecer el sonido del móvil no la despertaba.

Violeta preparó un par de cafés mientras Chiara terminaba de guardar cosas en la maleta que tenía, sin que la pelirroja se enterase metió un par de sudaderas de Violeta en su equipaje, a cambio le dejó una suya para compensar.

— ¿Ready? – preguntó la reportera desde el marco de la puerta con dos cafés para llevar.

— I'm not ready to leave you. – La ojiverde abrazó a su novia, se quedaron unos segundos en esa posición, Chiara hundió su cara en el cuello de la pelirroja respirando su aroma, iba a extrañarla demasiado.

— Let's go. – Violeta agarró las llaves de su coche y ayudó a Chiara a bajar la maleta.

El camino hasta el aeropuerto se hizo rápido, no hablaron mucho, pero cantaron todas las canciones que sonaban en el coche, disfrutando de la voz y la compañía de la otra.

El aeropuerto estaba un poco vacío, era normal, las horas eran bastantes tempranas, Chiara deseaba encontrarse pronto con Paul o Denna. Violeta no viajaría con ella en esta ocasión y no quería tener que viajar sola.

La pelirroja no dejaba de mirar a Chiara, intentó memorizar cada parte de ella, su pelo, sus ojos, su boca, su cuello, su torso, su cintura, sus piernas, su sonrisa, su voz. Despedirse iba a ser lo más difícil que iba a hacer nunca, sobretodo cuando la despedida iba a ser definitiva.

— ¡Kiki! – Denna abrazó a la ojiverde con emoción. – ¡Vayolet!

— ¿A mi nadie me abraza? – llegó Paul con su maleta. Chiara sonrió como una niña pequeña al ver a su mejor amigo.

— ¡Paul! – Chiara saltó sobre el enredandose en su cuerpo, el chico abrazó a Chiara con cariño, había extrañado el cotilleo con la ojiverde.

Violeta miraba con una sonrisa la interacción que tenía, le alegraba saber que habría alguien dentro de la academia que se preocupase por Chiara al mismo nivel que ella, y le gustaba que esa persona fuese Paul.

— ¿Buenas navidades? – preguntó Denna a la pelirroja.

— Ni te imaginas. – respondió sin dejar de mirar a la ojiverde.

Por los altavoces anunciaron que pronto tendrían que embarcar las personas con destino a Barcelona, lo que significa algo doloroso, la despedida entre Violeta y Chiara.

Denna y Paul fueron adelantándose después de despedirse de Violega para dejarles un poco de intimidad.

— Ven un momento. – Violeta agarró la mano de la ojiverde y la guió hasta unos bancos que habían al lado de un gran ventanal. La reportera se sentó enfrente de Chiara y la miró durante unos segundos.

— ¿Qué pasa? – preguntó la ojiverde agarrando las manos de su novia.

— Tenemos que hablar. – dijo con un hilo de voz.

Violeta tenía miedo de lo que estaba a punto de decirle a la chica enfrente suya.

— ¿De qué?

— Esto no va a ser fácil... – Violeta empezó a sentir como sus ojos se cristalizaban, tragó en seco para contener las lágrimas y seguir con su discurso.

— Me estás asustando Violeta. – la pelirroja acarició por última vez las manos de Chiara antes de soltarlas.

— He estado pensando en muchas cosas durante este tiempo, y aunque me cueste admitirlo, he llegado a una conclusión. – Violeta suspiró sin creer lo que estaba a punto de decir. — No quiero seguir estando contigo, es momento de dejarlo.

EN MIS PARTITURAS - Violeta y ChiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora