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POV Violeta

Estoy a punto de perder la cabeza, ayer no pude dormir, en cuanto llegué a mi cama lo único en lo que pude pensar era en ella, en que me moría por ella, en que quería ir a su cama, abrazarla, besarla y no parar hasta sentir que me quedaba sin aire.
Habían sido muchas emociones, primero su abrazo en la terraza, luego verla salir tan feliz con Denna, luego otra vez estar a punto de besarnos, y luego el mordisco en el cuello.

Perdí toda razón de ser en ese momento, me quedé estática pensando en lo mucho que quería ir tras de ella y continuar lo de antes, pero solo me quedé estática.

Amanecí con más ojeras que nunca, tuve que aplicarme el doble de maquillaje porque no había quien tapara eso. Mientras nos aseabamos, no podía dejar de sentir la mirada de Kiki encima de mí, y era verdad, varias veces la pillé mirándome, y otras muchas me pilló ella, hubo un punto donde casi mando todo a la mierda y la agarro para llevarla a las duchas y besarla todo lo que me plazca.

Pero luego caí en cuenta de lo gilipollas que soy, ambas tenemos pareja.

— Nos espera Vicky – me avisó Paul, me retoqué lo último y le seguí.

La clase de baile estuvo bastante entretenida, pero no había mucha química con Paul porque no terminaba de caerme bien, pero eso no es su culpa, es solo porque es pareja de la chica que me vuelve loca, en verdad en chaval es muy buena persona.

— Muy bien chicos, tómense 5 minutos. – avisó Vicky.

— No nos está quedando mal. – dijo Paul, y tenía razón, no era horrible.

— Tiene pinta de ser un numerazo la verdad. – Sonreí. Dejando nuestras diferencias de lado, necesitaba conectar con el o podríamos irnos nominados.

— Hola chicos – entró saltando feliz. – Hola mi amor. – Chiara se acercó a Paul y le besó. Aparté la mirada, no necesitaba ver eso.

— ¿Qué tal reina? – le preguntó Paul, ugh.

— Bien, estábamos con Abril, tenemos ya más o menos la estructura, Denna me ha estado ayudando mucho. – dijo mientras abrazaba a Paul. Ugh.

— ¿Y ya pensaron en el final? – preguntó dando un beso en su cabeza. UGH.

— Si, nos vamos a cantar la canción la una a la otra como si fuera un amor imposible, y poco a poco nos vamos acercándonos más, hasta volver a estar juntas y nos fundimos en un precioso y melancólico beso. – Me atraganté y escupí todo el agua que estaba tomando.

— ¿Qué? – pregunté. Chiara se giró para mirarme con una estúpida sonrisa en su cara. – Un beso ¿no crees que eso le fastidiará a Paul.

— Sinceramente no me gusta mucho la idea – respondió Paul, estaba claro.

No me gustaba esa idea ni a mi.

— Era broma – Kiki empezó a reírse. – No nos vamos a besar.

Lo hizo aposta, estoy segura que lo hizo apropósito para verme la cara de gilipollas.

— Nos vamos a quedar, muy, muy, muy cerca. – Lo único que vino a mi cabeza fue el momento de anoche. – Incluso a lo mejor rozamos nuestros labios. – tosí. – Pero no hay beso. Denna no quiso, yo sí, pero claro, como una de las no quiere pues no se puede hacer.

— ¿Denna no quiso? – preguntó Paul y Kiki asintió. – ¿Qué se trama? – susurró, pero yo llegué a escucharlo.

¿Paul sabe algo?

El día siguió, y para mi sorpresa Chiara no me dirigió la palabra en todo el día, y yo como tengo demasiado orgullo, tampoco empecé conversación.

Solo la vi una vez, y me quedé embobada mirándola, ella estaba en la sala del piano, sola, componiendo supongo, pues tocaba el piano un par de veces y luego apuntaba cosas en su libreta.

EN MIS PARTITURAS - Violeta y ChiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora