EN MIS PARTITURAS - Violeta y Chiara

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Paul levantó la cabeza con tristeza, Chenoa había dicho su nombre, pero él no lo sentía como una victoria, no sentía que ganar en votos a Álvaro fuese una victoria, no ahí, no con él.

♤♡◇♧

Chiara y Violeta miraban a su amigo, estaba con la cabeza apoyada en las teclas del piano, sin tocar, sin cantar, solo suspiraba, entendían que Paul no levantase cabeza los primeros días, sabían lo que era perder a su persona ahí dentro.

— No sé qué hacer para poder ayudarle, lleva desde la noche del lunes así, y el pase de micros de hoy le salió fatal, no quiero que esto le perjudique el concurso, nos estamos preparando para la Gala 10, estamos casi en la recta final y no quiero que se tuerza ahora – se quejaba Chiara mirándole desde el sofá.

— Dale todo tu apoyo, no puede hacer más Kiki. – Violeta acarició el brazo de la morena dándole consejos. — Tú también pasaste por eso, en primera persona.

— A ver, no lo pasé exactamente así, te recuerdo que a los días estuve en el hospital por la loca esa y tu viniste a verme, es como si nunca nos hubiésemos separado de verdad, porque luego vino Navidad y luego... bueno, el momento ruptura... – Chiara cerró los ojos recordando ese momento. Violeta apretó los labios intentando olvidar ese tiempo. – Lo peor fue esa semana, pero porque te había perdido de manera definitiva.

— Bueno ya da igual Kiki, aunque no lo pasaste exactamente igual al menos tienes una idea de como se siente perder a alguien, ve a darle un abrazo y ayúdale.

— ¿Tú no vienes? – preguntó la ojiverde levantándose del sofá.

— Os amo, pero necesitáis un momento de mejores amigos en solitario.

Chiara asintió y se encaminó a la sala del piano, caminó con pasos lentos para advertirle al chico de que estaba ahí, se sentó a su lado y le abrazó, fue en ese entonces, en ese abrazo, cuando sintió los sollozos de su mejor amigo. Dejó un beso en su hombro y acarició su espalda para intentar calmar su llanto.

— Tuve que haber sido yo. – Susurró Paul reincorporandose.

— No digas eso Paul. – Chiara miró al rubio platino, se había teñido el pelo el día de la gala y no se acostumbraba a verle así. — Te quedaste porque te tenías que quedar.

— Esto – Paul señaló su alrededor. – Era su sueño.

— ¿Y el tuyo no?

— También.

— Exacto, no solo era su sueño, también era el tuyo, eres el mayor friki de OT que conozco Paul, este siempre ha sido tu sueño y por eso no quiero que lo tires por la borda en este pequeño tiempo. – Chiara secó las lágrimas que aún estaban en las mejillas del rubio. — Ten autocrítica Paul ¿Cómo te viste en el pase?

— Lo hice horrible Kiki.

— Sí, lo hiciste, no estás centrado, te estás descarrilando, estamos en una posible recta final y te estás saliendo del camino cuando eras uno de los que mejor conducía.

A Paul le había tocado cantar "Dancing on my own" de Calum Scoot, y el rubio se había olvidado prácticamente de la mitad de la letra en pleno pase.

— Lo extraño.

— Lo sé, y es normal, lo vas a extrañar muchas veces a lo largo de estos días Paul, vas a extrañar las mañanas desayunando juntos, las tardes merendando, vas a extrañar los momentos al piano o vuestras tonterías, vas a extrañarle en las noches a tu lado y vas a recordarle en cada cosa que veas, lo sé. Créeme que lo sé, pero no te derrumbes Paul, no ha muerto, hay vida fuera de este sitio, y el estará orgulloso de que recuerdes su nombre aquí dentro porque te aseguro que él te tendrá presente fuera.