44

8.6K 348 67
                                    

El día de la gala 7 había llegado, o también el día en el que Violeta, a pesar de querer a Denna, deseaba con todas su fuerzas que Chiara no saliese expulsada.

A lo largo de la semana habían sumado sus interacciones, sobretodo después de aquel momento en la película, aún así no pasaban todo el día juntas, principalmente porque Denna y Chiara cada día que se acercaba la expulsión, se acercaban más.

El miércoles y el jueves le jodió bastante no hablar mucho con Chiara por culpa de la rubia, pero ese mismo jueves por la noche, antes de irse a la cama, Denna la detuvo en las duchas para hablar un poco y ponerse al día, a pesar de no ser las súper amigas que eran en las primeras semanas, seguían siendo amigas.

Mientras se ponían al día Denna sacó el tema de Chiara, la pelirroja se tensó, como la rubia le dijese que le había comido la boca iban a volar botes de champú, pero fue todo lo contrario, Denna le pidió disculpas por si su tensión con la ojiverde le había molestado, la semana en que Violeta la dejó si es cierto que intentó algo, y casi lo consigue, pero la rubia le dijo que al saber que Violeta quería volver a conquistarla, decidió apartarse completamente. Gracias a esa charla Violeta se sintió menos afectada y mucho menos celosa al ver como los siguientes días Denna y Chiara parecían lapas.

Los únicos momentos que pudo estar con la menor, eran en la noche, el miércoles al apagar las luces Chiara se fue al piano, la pelirroja al escucharla se metió sin pensarlo en la sala de Manu. Le jodía no poder aprovechar su posible última semana con Kiki, pero si esto era todo lo que podía alcanzar con tal de pasar unos momentos con ella, iba a disfrutarlo. El jueves a la noche después de la ducha con Denna, también se repitió el momento al piano. El viernes otra vez. El sábado de nuevo. Se volvió su pequeña tradición.

No hacían muchas cosas, se sentaban juntas en el piano y si no cantaban, Violeta miraba con una sonrisa la manera en la que Chiara tocaba aquel instrumento, compartían roces de mano, risas, y miradas complices.

No volvieron a besarse desde la última vez, a pesar de que morían de ganas de hacerlo cada vez que se quedaban mirando en aquella sala. Violeta sabía que no era lo correcto, y Chiara tenía demasiado orgullo como para ceder.

La última noche, el domingo, Chiara y Violeta salieron de la sala de Manu listas para irse a la cama, pero no lo hicieron, Violeta agarró el brazo de Chiara y tiró de ella para caer en la punta del sofá azul.

Se acomodaron entre risas en aquel pequeño hueco, Violeta estaba encima de ella rodeandole la cintura con el brazo, Chiara la miraba con una sonrisa nerviosa, no quería que esta fuese su última noche con Violeta.

La pelirroja se apoyó en el brazo de Chiara quedando bastante cerca.

— Hola. – dijo Violeta con voz de niña pequeña y mirándola sonriente. – ¿Cómo te llamas? Yo soy Violeta.

— Yo soy Chiara. – respondió la ojiverde con el mismo tono.

— No me gusta Chiara, voy a llamarte Kiki.

— Vale, Kiki.

— ¿Cuantos años tienes? – preguntó la pelirroja.

— 19

— ¿19? Que mayor. Yo tengo 5.

— Pues yo tengo 4.

— ¿Y qué haces en el parque? – preguntó Chiara acariciando la mejilla de Violeta.

— He venido de la casa de mis abuelos a jugar. – sonrió la pelirroja. — ¿Sabes qué dentro de poco es mi pumple? – Violeta falló la palabra aposta.

— ¿Tu pumple? – La pelirroja asintió. — ¿Y vas a pasarlo en el parque?

— Sí, me gustaría que vinieses al parque ese día. – A Chiara se le aguaron un poco los ojos. — Es el 23 de enero.

EN MIS PARTITURAS - Violeta y ChiaraWhere stories live. Discover now