Cuando la villana murió, el protagonista masculino se volvió loco.

092

"¿Cómo pasó esto?"

En los brazos de Phileal yacía el cuerpo de Santa Lilith. Cuando Anais abrió los ojos, el cabello de la Santa volvió a su color dorado. Ella yacía inerte como alguien que hubiera perdido el conocimiento.

"Parece que el tiempo se ha detenido en este lado por ahora".

"¿Lanzaste un hechizo o algo así?"

"No, es porque no hay alma".

Phileal respondió secamente. Le parecía extraño que Lilith, a quien sostenía, se sintiera inútil. Era simplemente el alma que se había ido a otra parte.

El cuerpo de Lilith seguía siendo la ofrenda perfecta que más deseaba el Dios de la Muerte. Aunque podría ser el mayor insulto para la Diosa que presidía Lifer, ahora sentía que el cuerpo de Lilith, impotente y flácido, era pesado e inútil.

Además, solía tener miedo de que el cabello de Lilith volviera a su color original, pero ya no sentía el miedo de que su corazón latiera con fuerza cada vez que ella dejaba de respirar. Ya no era aterrador que su cuerpo no contuviera el aliento, cuando se dio cuenta de que Anais había regresado a su cuerpo original.

"Estás diciendo tonterías otra vez".

"Esposa."

"Puaj..."

Anais sintió dolor en su cuerpo esta vez. Se sentía como si le hubieran golpeado todo el cuerpo con un palo, como cuando la despertaron a la fuerza antes.

"Sana el cuerpo de mi esposa".

"...Sí."

Raviel respondió y colocó dos dedos sobre Anais que estaba acostada en la cama. Luego envió su poder para comenzar a curarla.

"¿Está completa la recuperación?"

"Puaj..."

El Sumo Sacerdote Raviel, que sintió que le estaban absorbiendo la energía, se mareó y colapsó. Phileal, todavía sosteniendo el cuerpo de Lilith, quitó la atadura del cuello del Sumo Sacerdote Raviel.

"Sal."

"Sí."

Phileal se sintió extraño. También se sentía incómodo con que Kylian tratara a Anais como una intrusa.

Sin embargo, se fue obedientemente. Mientras se marchaba, miró a Anais para comprobar si realmente estaba bien y luego cerró la puerta detrás de él.

Después de que la puerta se cerró con un suave sonido, la habitación quedó en silencio. Anais no podía entender lo que había pasado. A diferencia de la última vez, cuando parecía tener fuerzas para moverse, ahora ni siquiera podía moverse y su voz no salía.

"Esposa, ¿estás despierta? ¿Cómo está tu cuerpo?"

Comprobó los ojos de Anais. Luego estuvo momentáneamente confundido. El cabello de Lilith había vuelto al color que recordaba, y cuando se desmayó, Anais despertó. Se puso ansioso cuando Anais lo miró como si hubiera decidido algo.

"Esposa, lo que pasó frente a mis ojos... No".

Kylian esperaba que lo que estaba entendiendo resultara no ser cierto para no pensar en ello.

"Anais."

Levantar el brazo fue doloroso para Anais. Le dolía como si estuviera levantando un brazo roto. Ella lo soportó y tocó el rostro de Kylian con la mano. Él la miró de cerca.

"¿Estás realmente bien?"

El estaba preocupado. Quería estar más cerca porque estaba ansioso. No podía admitirlo en su cabeza, pero su cuerpo ya había aceptado que era Anais a quien había estado buscando. Simplemente no quería admitirlo en su cabeza por miedo. Entonces quería acercarse. Sintió que necesitaba tocar todo para que su ansiedad desapareciera.